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"No estaría donde estoy ahora si no fuera por El Salvador": Sofía Paiz
La arquera chapina-salvadoreña, Sofia Paiz, agradece al país por dejarla representarlo. Dio plata en los C.A. y del Caribe, y festejó con su familia, que vino desde Guate
La arquera chapina-salvadoreña, Sofia Paiz, dio plata al país en los C.A. y del Caribe, y festejó con su familia su metal. Desde Guatemala, los padres de la tiradora la acompañaron en toda la competencia.
Y es que Paiz, nacionalizada por convicción de querer competir por la bandera salvadoreña y no por la de su país, contó cómo vivió estos días. Y ese sabor dulce de manifestar el amor por esta tierra.
"La sudaron (la medalla), la sufrieron y la festejaron conmigo. Ellos (su familia) tanto como yo somos de corazón salvadoreño ya", expresó Paiz, terminados ya los Juegos de San Salvador 2023.
La tiradora, quien ganó en equipos mixtos, junto a Roberto Hernándz, su coach, se sinceró en cómo ven desde Guate que compita para sus vecinos. Algo en la que la apoyan.
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"De mis amigos que tuve la suerte de reencontrar en la Villa, solo recibí buenos comentarios y se alegraron de verme feliz y aún compitiendo", comentó la medallista.
Y si alguna vez recibió algún comentario oficial de las autoridades deportivas de su otro país, contó: "No me dijeron nada. Antes de poder entrar a la Federación aquí (ESA), ellos allá (Guate) firmaron mi carta de liberación".
Sofia siempre ha expresado que se siente encantada de ser salvadoreña. Y ante la cuestión de si volviera a nacer o que le dieran a elegir repetir la historia de nacionalizarse y competir por ESA, qué haría… no dudó en responder que aceptaría.
"¡Claro! No estaría donde estoy ahora si no fuera por El Salvador", resumió la tiradora de la modalidad del arco compuesto.
Paiz relató que sus padres, Óscar y Thelma, "vinieron (al país) toda la semana de competencia y estuvieron en el campo aún así lloviera, hubiera mucho calor y sol". Y del festejo, relató: "La festejamos aquí los tres y en videollamada con mis hermanas".
Después de cuatro años de haber tomado la decisión de vestirse de azul y blanco, la nacional recuerda con determinación aquel momento en que apostó todo por darle lo mejor a la tierra que la hizo crecer en el deporte. Y fue el puntapié para impulsar su carrera al éxito.
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"Decidí ser salvadoreña en 2019. Fue porque me di cuenta de que realmente mi nivel deportivo subía cuando entrenaba aquí bajo la tutela de Roberto Hernández. Entonces, en una competencia en México, hablé con él ya muy en serio de cómo sería todo el proceso para yo poder venir aquí y poder representarlos", rememoró.
"Siempre sentí que debía representar al país que me estaba ayudando y dando el nivel competitivo necesario para enfrentar a las potencias", cerró Sofía.