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OPINIÓN: Nuevos valores y expectativas en la Selecta
"La doble fecha FIFA espera en el Cuscatlán con rivales débiles enfrente, donde no hay otra opción que ganar con firmeza y hacerlo sin dudas ni riesgos", afirma el editor de CANCHA, Gustavo Flores
Las expectativas se renuevan cada vez que juega la Selecta. Ya atrás los problemas que dejaron fuera a los hermanos Gil (tema para revisar en el futuro), El Salvador sigue su marcha en esta Liga B y aunque enfrente a selecciones con jugadores semiprofesionales y que están en el sótano del ranking FIFA, siempre es una puerta abierta para ver que se puede ofrecer desde la Azul.
Esas expectativas pasan hoy por las flamantes incorporaciones de Nathan Ordaz y el jugador nacido en El Salvador y criado en Brasil que juega en la Sub-19 del Palmeiras, Gabriel Pereira de Azevedo.
Nathan Ordaz, una de las sorpresas en la última convocatoria de la Selecta del 2024
La llegada de Nathan Ordaz, quien estuvo en la mira de las selecciones de Estados Unidos y México, se da por fin en la Selecta después de un largo trámite de pasaporte y aprobación de FIFA, tras una gestión del anterior Comité de Regularización que finalizó con el actual mando. Ya tuvo su primera aparición con Dóniga en un partido no oficial y hoy llega como anillo al dedo al equipo el ofensivo de LAFC con una delantera diezmada con la ausencia de Gil y las lesiones de Mauricio y Vásquez, ya de alta.
Lo de Pereira es un primer acercamiento para que el entrenador pueda ver las cualidades del jugador que forma parte de la cantera de un grande de Brasil. Es hijo de Fabio de Azevedo, ex jugador de Águila, Metapán, Platense y San Salvador, fallecido en un accidente de tránsito en 2018.
Sus presencias, junto a las reapariciones de Bryan Tamacas –poco rodaje tras su lesión- y de Henry "Catracho" Romero –merecida desde el punto de vista futbolístico- son las novedades más grandes dentro de un plantel esperado y con la base conocida de Dóniga.
La doble fecha FIFA espera en el Cuscatlán con rivales débiles enfrente -Bonaire y Montserrat- y donde no hay otra opción que ganar con firmeza y hacerlo sin dudas ni riesgos. Además de clasificar a Copa Oro y ascender al lugar de Liga A que le corresponde a El Salvador, también paliar un poco la pálida imagen dejada en la última jornada ante San Vicente y las Granadinas y encarar el 2025 con otro semblante en la Azul.