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El tráfico y los accesos complicados para el deporte en El Salvador
Llegar y encontrar un espacio para parquear en un escenario deportivo representa una gran complejidad desde el tráfico, por la falta de la infraestructura adecuada
Para nadie es un secreto que el tráfico en El Salvador es un tema complicado de manejar, no solo para la circulación habitual en las jornadas de trabajo, sino también en las jornadas donde se busca algún grado de entretenimiento, que es donde participan los escenarios deportivos que tiene el país.
Mucho se ha hablado en otros momentos que los escenarios deportivos del país han ido quedando obsoletos en cuanto a la modernidad de sus instalaciones, pero también se ha dejado de lado el hecho de la accesibilidad a los mismos, tanto desde el tráfico de sus calles aledañas como a la poca o nula capacidad para parquear automotores.
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Los escenarios más usados en este sentido son los estadios de fútbol, aunque en tiempos recientes ya no solo se usan para partidos de las diferentes ligas profesionales, sino también para conciertos de toda clase de artistas, así como más de algún evento religioso, lo que incrementa notoriamente el tráfico antes, durante y después de esos eventos.
En líneas generales, los grandes problemas de los estadios pasan por tener parqueos donde caben apenas algunas decenas de vehículos, en otros casos esos miniparqueos solo son usados para las partes participantes del encuentro de fútbol (buses de los equipos, vehículos de los árbitros, de la televisora que lo transmitirá) o porque directamente no tienen, lo cual obliga a que la afición se tenga que parquear en la calle, incrementando la carga vehicular.
Dependiendo el contexto del partido, día en que se juegue y estadio donde se realice, fácilmente se pueden perder de 15 a 45 minutos contando la entrada y salida de los automotores de los “parqueos” en las calles aledañas, lo cual suma al estrés del aficionado, además del fenómeno de los “cuidadores” de vehículos, que con cobros de $1.00 o $1.50 hacia arriba, que en más de una ocasión se ha dicho que son ilegales, es un costo extra para quien visita los escenarios deportivos.
Haciendo un recorrido de occidente a oriente se debe comenzar con el estadio Jorge "Calero" Suárez de Metapán, un estadio que se encuentra justo en el corazón de la ciudad metapaneca, donde al momento de realizar los partidos se cierran dos tramos de calle y no tiene parqueo propio. El que usa de parqueo es un terreno contiguo que es del distrito de Metapán, contiguo a su gimnasio municipal.
El siguiente estadio es el Óscar Alberto Quiteño, que si bien es cierto tiene un parqueo, en día de partido siempre se abarrota porque no es de grandes dimensiones, con lo que muchos aficionados tienen que parquear en las calles colindantes, donde también hay circulando transporte colectivo, haciendo más complejo el transitar.
Pasando a la zona central, el estadio Las Delicias tendrá a uno de los nuevos inquilinos de la liga, el Inter FA, así como recibirá al Hércules en la Copa Centroamericana de la Concacaf. Este escenario deportivo tampoco tiene parqueo propio, salvo seis o siete espacios que ocupan los protagonistas. Su parqueo es un terreno anexo que en su momento fue punto de buses de transporte colectivo, los autos parqueados llegan hasta la carretera Panamericana.
El estadio Cuscatlán, casa del CD Hércules y del Alianza FC, además de la Selecta y de muchos conciertos a lo largo del año (y más equipos cuando cambian sede alterna) es el que tiene el parqueo más amplio en ese sentido, sin embargo, el estar ubicado en una zona de altísimo tráfico vehicular le coloca más complejidad, a pesar de contar con otro terreno anexo. Con estadio lleno siempre hay autos que se parquean en las calles contiguas, como el Reparto Los Eliseos y la calle antigua a Huizúcar.
En la zona paracentral está el estadio Antonio Toledo Valle, que será sede del CD Platense y del benjamín, Zacatecoluca FC, el escenario deportivo es de los pocos que tiene un parqueo propio y que es relativamente espacioso, sin embargo el estar ubicado en medio de una colonia hace que la entrada y salida del mismo demore muchos minutos, además, la calle interior está en mal estado, lo que también compromete la integridad de los automotores que logran parquearse.
En la zona oriental, el único escenario con un parqueo muy amplio es el estadio Correcaminos de San Francisco Gotera, donde juega el Fuerte San Francisco. A pesar que sí cuenta con un gran parqueo, su calle de acceso aún es de tierra, que en épocas de calor complica con el polvo suelto y en el invierno afecta el lodo que se genera, además, el que no cuente con una distribución adecuada de los autos genera que el caminar sea difícil, más aún, en personas con discapacidad física.
El estadio Sergio Torres Rivera de Usulután, casa del Firpo, es otro escenario que tampoco tiene parqueo propio, con lo cual, los autos se tienen que parquear en las calles aledañas dentro del barrio La Parroquia, que está en el centro de la ciudad, lo cual suma al tiempo de espera tanto en la llegada como en la salida de los encuentros deportivos.
El resto de escenarios, como el Complejo Deportivo de Chapeltique (donde juega Cacahuatique), el Juan Francisco Barraza, donde Águila tiene su nido y el Ramón Flores Berríos de Santa Rosa de Lima, sede del Municipal Limeño tienen parqueos muy reducidos, donde apenas caben pocos autos, dejando al resto en la misma situación de parquear en la calle. En el caso del estadio de Santa Rosa de Lima hay un agravante, el estadio está a la orilla de la Ruta Militar, con un alto flujo de tráilers y cabezales.
El estadio Jorge Mágico González, que será sede de Alianza FC en la Copa Centroamericana y en algunos partidos de liga no se escapa a los problemas de parqueo, ya que su único parqueo es un terreno al otro extremo de la 49 avenida sur, una de las arterias más congestionadas de la capital a lo largo del tiempo. Por lo que también el tráfico se extiende por su calles paralelas, lo que provoca varios minutos de espera para circular cuando hay un partido o un concierto en sus instalaciones.
Misma situación pasa con los gimnasios municipales u otros escenarios más pequeños, donde sus ubicaciones en las zonas céntricas de las ciudades provocan altas tazas de tráfico, ya que aún no se ha logrado generar la adecuación de esos espacios para parqueos, con base al gran parque vehicular con el que cuenta actualmente el país. Y aún habrá que ver lo que sucederá con el Estadio Nacional de El Salvador, que se ubica en una de las calles más complejas del país en cuanto a tráfico, como es la avenida Jerusalén.