Botellas, plásticos, madera, sombrillas viejas y todo aquello que se pueda reciclar le ha servido a Enma Escalante, de 67 años, para construir su hogar en la Urbanización Lourdes, en el municipio de Apopa, al norte de San Salvador. Foto EDH/ Jessica Orellana
“Yo he andado en varias partes, viviendo en la calle, me he dedicado a recoger cosas de la basura para poder vivir. Un día me quedé sin casa, ya no pude pagar una vivienda. Por eso decidí hacer mi propia casa”, expresa mientras descansa en un banco afuera de su casa. Foto EDH/ Jessica Orellana
“Nunca he podido comprarme una casa, nunca he podido tener el dinero para poder tener una. Siempre alquilamos”, explica. Así que, a falta de una casa, Enma hizo la suya en la calle, de puros materiales reciclados. Foto EDH/ Jessica Orellana
“Mi casa está hecha de cosas recicladas, cajas, plásticos, botellas, sombrilla, tablas, madera de colchones, cosas de publicidad”. La anciana sale a diario a recoger botellas y cosas de valor que pueda vender para mantenerse. Menciona que hay vecinos que en ocasiones la llevan algo de comida. Foto EDH/ Jessica Orellana
La calle donde vive Enma está limpia, ella se encarga de barrerla todas las tardes. “Siempre hago limpieza, porque me gusta estar en lo limpio, aunque no tenga una casa propia no quiero que me regañen por eso”. Foto EDH/ Jessica Orellana
Por su edad, las oportunidades laborales son escasas. Con dificultad aprendió a leer y escribir. Foto EDH/ Jessica Orellana
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Enma teme que un día la desalojen del espacio que se ha tomado, pero mantiene una esperanza. “No le hago daño a nadie y tengo la necesidad de tener un espacio para mi casita”, dice animada. Foto EDH/ Jessica Orellana
Enma ha colocado un planta en uno de los espacios de la vivienda para darle color y vida como ella describe. Foto EDH/ Jessica Orellana
Debido al contacto que Enma tiene con la basura ha sufrido lesiones en su piel. Unas llagas han brotado en sus brazos y le generan una gran comezón. Foto EDH/ Jessica Orellana
Enma lleva años dedicándose a la recolección de materiales reciclables. Foto EDH/ Jessica Orellana
Enma no tiene permiso para apropiarse de la calle, ni mucho menos puede comprar una vivienda. Foto EDH/ Jessica Orellana
Su vivienda en el interior tiene un espacio de dos metros cuadrados, una silla se ha convertido en su cama, ahí se baña y vive. Foto EDH/ Jessica Orellana
