Las más de 4 mil veces que se compartió una fotografía en Facebook ayudaron a que Mauro, un joven de 21 años en Argentina, pudiera encontrar un empleo formal, luego de haber trabajado durante años en la esquina de un semáforo limpiando parabrisas, siempre acompañado de su pequeña Guadalupe, una niña de 6 años que hacía sus tareas sentada en la acera y en plena intemperie.
Según reporta el periódico argentino TN, todo comenzó cuando un usuario de Facebook, llamado Álvaro Romero, publicó una fotografía donde se veía a Mauro con sus herramientas para limpiar parabrisas en un esquina de las calles Alem y San Lorenzo de la provincia argentina de Tucumán, algo que se viralizó en seguida.
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Conforme los días pasaron y la publicación se fue replicando más y más veces, fue Agustín, un ciudadano de buen corazón, quien decidió buscar al joven y ofrecerle empleo formal como ayudante de albañil en una construcción.
"No sé su nombre, lo conozco porque lo vi en la calle trabajando, haciendo "changas", ella es su niñita, aparte tiene su esposa y un niño más pequeño, aquí se lo ve trabajando mientras su niña hace las tareas , esa pequeña merece todas las oportunidades", escribió Álvaro en la publicación.
Según TN, medio que logró hablar con Mauro más de dos meses desde que se comenzó a hacer viral la imagen, el joven sí tenía un lugar donde dormir, en la casa de sus suegros, sin embargo, también confesó que el padre de su esposa tiene problemas de alcoholismo y de violencia, razón por la cual preferían pasar la mayor parte del tiempo (días y noches) en la calle, para salvaguardar la integridad de los pequeños y la de su esposa Ruth.
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Tras la oportunidad de empleo que recibió de parte de Agustín, Mauro dijo al periódico argentino que “No veía la hora de irme para tener algo, pensaba que me iba a morir en el semáforo”, a la vez que agregó que con el nuevo empleo han podido buscar otro lugar donde alquilar para vivir más tranquilos. “Podemos darle un mejor estilo de vida a nuestros hijos, antes si llovía no comíamos”, expresó.
Asimismo, Mauro comenta que también a su esposa Ruth se le abrieron las oportunidades laborales tras la viralización de la fotografía, "limpia en tres casas y le ayudaron a Guadalupe a entrar a una escuela con doble turno", dice con satisfacción.