Muchos adultos mayores no tienen la calidad de vida que merecen. Algunos han trabajado durante varios años, de sol a sol y con mucho esfuerzo. Luego de tanto sacrificio, lo justo sería que ahora descansaran, pero la realidad pinta diferente. La historia de don Felipe Reyes, un señor mexicano de 108 años, es el vivo ejemplo.
Una familia lo encontró viviendo en situación de calle, sobreviviendo con muy poco y sin siquiera un techo donde refugiarse. Muchos seguirían su camino, dándole una propina y olvidando todo unos minutos más tarde, pero en este caso fue diferente. El anciano fue rescatado y adoptado de las calles, dándole una nueva oportunidad para ser feliz.
Esto ocurrió en Torreón, una ciudad mexicana perteneciente al estado de Coahuila. Está ubicada al Noreste de México. Aquí el señor de 108 años pasaba su vida en la calle, sin techo, comida, ni dignidad. Sus condiciones de vida son el reflejo de muchos ancianos en diferentes países de Latinoamérica, no es un hecho aislado.
Pero lejos de lamentarse unos segundos y después seguir con sus vidas normales, la familia de Benita Dearz fue mucho más allá. Se conmovieron tanto con la historia de don Felipe Reyes, quien recolectaba botellas y sobrevivía con lo poco que reunía de dinero, viviendo en las calles. La familia de Benita Dearz quedó con el corazón roto y le dieron 100 pesos mexicanos, (alrededor de $5 dólares estadounidenses) pero eso no fue suficiente para calmar su inquietud.
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El anciano agradeció y les dijo “ya tengo para mi coquita y mi pan“. Más tarde, aquel mismo día, decidieron volver y darle algo más que solo propinas. Lo llevaron a comprar ropa e invitaron a cenar en casa. Pudo darse una ducha caliente, comer adecuadamente y vestir con ropa limpia. La conexión fue tal, que lo invitaron a vivir con ellos. Al fin tendría calor de hogar. La historia fue publicada en la cuenta de Facebook de Benita Dearz y desde ahí se hizo viral a través de otras redes sociales, despertando los corazones de muchos usuarios, enternecidos y conmovidos por el bello relato. No cualquiera hace lo que esta familia, su noble gesto es para aplaudir de pie.
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“Así quedo Don Felipe, bañadito, cambio nuevo y lo mejor una cena en familia. Gracias por las compartidas, gracias por sus buenos deseos y muchas gracias por los mensajes recibidos. Este hermoso gesto hacia el (sic), es en honor a mis abuelos Blas y Angelita que están en el cielo”, escribió Benita Dearz en Facebook.
Este no es el primer anciano al que Benita Dearz ayuda. En su cuenta de Facebook hay muchos casos más de abuelitos que necesitan diversos tipos de ayuda. El altruismo de esta mexicana es un ejemplo del sentido de humanidad que no debemos perder.
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