Desde principios de año, teletrabajo, cuarentena y coronavirus son ya palabras de usanza. Estas últimas dos son las que han provocado que el empleo vía remota sea la decisión más sensata para evitar la propagación y el contagio del COVID-19, pero también para continuar la ejecución de responsabilidades laborales que pueden prescindir del escritorio y del ambiente profesional.
A todas luces parecería ser una oferta muy tentativa: atender todo desde la comodidad de tu hogar y con el pijama puesto… pero gravísimo error. Para los especialistas en Recursos Humanos, cultura organizacional y psicólogos no todos los empleados pueden apuntarse a este ritmo.
Y es que, estar en casa también implica tener distracciones, responsabilidades fuera de la agenda laboral y vigilar a los niños (en caso de que haya), entre otras actividades. Atender y hacer pausas para hacerse cargo de ellos puede limitar el tiempo de producción y tener la sensación de que las horas laborales son mucho más extensas y difíciles de ejecutar en casa que en el propio lugar de trabajo.
De acuerdo con el director del Instituto de Psicología de Recursos Humanos, Desarrollo Organización y Calidad de vida laboral de la Universidad de Valencia, José María Peiró, para realizar teletrabajo se necesitará disciplina, autoorganización y delimitar los escenarios: espacio laboral y espacio familiar o social.
Pero la empresa y los jefes también tendrán una cuota significativa en este tema. Para Idoia Mendia, consejera española de Administración Pública, los objetivos y metas deben estar muy claros.
“Al tener que imponer objetivos, se establece una nueva forma de trabajar. Así que hay que ir con los deberes hechos. Con el trabajo a distancia, los superiores deben reunirse con sus subordinados, elegir las tareas que estos van a realizar y, después, consensuar en qué consiste exactamente eso de ‘hacerlo bien’”, aseveró Mendia.
A esta dinámica se suma el factor “conciencia”, y eso dependerá del perfil del empleado, según describen algunos expertos en el área de Recursos Humanos. Ellos señalan las características de un trabajador que podrá ejecutar esta dinámica sin problemas: confiable, minucioso, organizado y que se “esfuerza para acabar bien un trabajo”.
Existen las ventajas y desventajas, pero en un contexto donde aún es incierto el regreso a las rutinas, el teletrabajo es la única opción de realizar estas responsabilidades. Pero para que el desorden y un mal manejo del tiempo no te pongan en jaque, te compartimos algunas recomendaciones de los expertos:
¡Fuera pijama!: esta es una de las primeras reglas para que el teletrabajo funcione. No existen estudios que comprueben por qué no debes hacerlo, pero los expertos en el tema sugieren que quedarte en pijama de sol a sol solo invita a la holgazanería, incluso, si eliges ropa más cómoda de la que usualmente usas para ir a la oficina. Así que no descartes estar vestido acorde a tu empleo.