En la industria del modelaje pareciera que todas las chicas son iguales: mismas medidas, misma altura, mismos estilos y posturas. Sin embargo Slick Woods está fuera de todos esos estereotipos. Aunque es esbelta y delgada como todas, tiene rasgos de su personalidad, un antecedente y un físicamente increíble distinto al de cualquier modelo.
Quizá su marca personal sean los dientes separados que muestra cuando ríe o la cabeza rapada, incluso puede ser su historial amargo pero exitoso a la vez.
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Woods tiene tan solo 21 años y hasta hace poco concedió una entrevista a la revista Elle para hablar de un acontecimiento que le va a cambiar la vida.
La maniquí de piel morena está en el quinto mes de embarazo y no lo sospechaba. La noticia la tomó por sorpresa, pero lejos de imaginar que la maternidad interrumpirá su carrera que va en ascenso, está contenta de estrenarse como madre.
Cree que es la oportunidad de escribir una nueva historia, más bonita y alentadora que su propio pasado, y de superar muchos traumas pues su vida ha sido bastante difícil.
“Con 14 o 15 años, jamás pensé que pudiera crear ningún tipo de vida (…) Todas esas cosas que yo no tuve, todos esos besos y abrazos, puede corregirlo todo con mi hijo. Darle ese tipo de infancia me ayuda a sanar al mismo tiempo”, confesó a la revista.
Por otro lado dijo que los síntomas de embarazo no lo parecían porque muy joven fue diagnosticada como infertil, claro está que el diagnóstico fue erróneo.
“Me puse muy, muy, muy enferma mientras estaba en Londres, pero lo achaqué a tantos viajes y el médico me dio unas pastillas para el resfriado. Cuando llegué a París me dieron aún más medicación y ya en Los Ángeles probaron a hacerme un sonograma. Entonces vi la cara de mi bebé y escuché su corazón. Se me saltaron las lágrimas”, relató a Elle.
Woods conoce la identidad del padre, se trata de otro modelo como ella llamado Adonis Bosso. Ambos son parecidos, de formas de pensar similares y libres.
Para ella el tema de la orientación sexual ha sido siempre un tema del que no se asusta hablar, sobre todo porque ha dejado en duda su verdadera orientación. “Cuando eres una figura pública, en materia de sexualidad debes elegir un bando, blanco o negro. Pero yo prefiero el gris”, indicó.
Un pasado tortuoso
Antes de caminar por las pasarelas de moda, Woods anduvo errante, pobre y miserable por las calles de Los Ángeles. A los 17 años abandonó el instituto.
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Ellas conocen muy bien sus atributos, y no tienen reparo a la hora de mostrarlas.
Antes de eso, en su infancia, su madre fue encarcelada por asesinato. Pero su vida estaba escrita para ser exitosa. Un día coincidió en la parada de autobús con el modelo Ash Stymest, antiguo novio de Lily Rose Depp. Le presentó a sus representantes y de inmediato inició un contrato con la agencia de modelaje.
Desde entonces el destino le sonríe. Fue escogida por Kanye West como imagen de su catálogo “Yeezy”, Rihanna se contactó con ella para que colaborara en la línea de zapatos Puma y luego en su línea de maquillaje Fenty.
Después le siguieron otras oportunidades valiosas como desfiles para Marc Jacobs, Jeremy Scott y una participación en la edición del calendario Pirelli de este año.