Es curioso cómo el uso de la mascarilla se está adaptando a nuestra vida diaria. Aunque algunos todavía padecen alergias o dolor en las orejas por utilizarla es claro que se ha convertido en un complemento al momento de salir de casa, tan importante como la billetera o el celular.
Bajo la mascarilla algunas mujeres ya no utilizan labial, otras prefieren seguir con la costumbre pese a que nadie las ve. Para lograr un mejor impacto, las personas optan por estilizar sus ojos, definir las cejas y dar mayor intensidad a las pestañas.
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Ciertamente, el cubre boca ayuda a mantener el anonimato, nadie sabe quién eres detrás de ella, así que tampoco nadie puede saber si andas por la calle haciendo muecas. Muchas personas ya lo han intentado solo por diversión. El presentador del programa juvenil Exit, Juan González, trajo a colación otro gesto imitable pero poco dominado: el de la sonrisa falsa.
El presentador de Exit demostró lo que todavía a muchos les cuesta dominar.
En un video de Tiktok, González demostró que con los ojos puede comunicar una sonrisa, pero cuando se quita la mascarilla aparece totalmente serio y amargado. El video ha superado las 52,300 reproducciones. “¿Cómo lo hizo?”, “Yo todavía no la domino, y sí me río cuando apuño los ojos”, “Yo hago esto hasta sin la mascarilla, pensando que la llevo puesta”, “Creo que voy a comenzar a ocupar ese tip”, fueron algunos comentarios.
Ya que los cubre bocas son (y quién sabe por cuánto tiempo más) un accesorio de uso obligatorio, se están realizando estudios e investigaciones para determinar de qué manera afecta la comunicación ya que dificulta leer completamente las expresiones faciales de la otra persona.
Algunos expertos han hecho hallazgos como el que una persona con rasgos femeninos parece más fiable o que alguien de cejas bajas impone más respeto. Por otro lado, en la mirada se identifican emociones como sarcasmo, ternura o irritación.
En general hay tips básicos para “leer” la expresión visual de nuestro interlocutor. Si levanta las cejas y se agrandan sus ojos puede mostrar miedo. Si se fruncen las cejas y los párpados se inclinan hacia abajo, señala tristeza. La alegría se denota por las arruguitas bajo los ojos. En enfado con líneas verticales en el entrecejo y párpados apretados.