Uno de los últimos íconos del cine de oro de Hollywood falleció, Christopher Plummer, el galardonado actor que interpretó al capitán von Trapp en “La novicia rebelde”, murió a los 91 años.
El actor de origen canadiense feneció la madrugada del viernes en su casa de Connecticut (EE. UU.), y de acuerdo a informes preliminares, a su lado se encontraba su esposa, Elaine Taylor, de 77 años.
“Chris era un hombre extraordinario que amaba y respetaba profundamente su profesión con excelentes modales a la antigua, un humor autocrítico y musicalidad en sus palabras. Era un tesoro nacional profundamente orgulloso de sus raíces canadienses”, escribió Lou Pitt, su amigo y representante durante casi 50 años al diario especializado Deadline.
Plummer continuó trabajando delante de las cámaras hasta cumplir los 90 años. Hizo historia cuando a los 82 se convirtió en el actor de mayor edad en ganar un Óscar por su papel secundario en “Principiantes” (2012), y aún así sumó otra nominación por su colaboración con Ridley Scott en “Todo el dinero del mundo” (2017).
El público reconoce su imagen porque está estrechamente ligada a uno de los musicales más celebrados de Hollywood, “La novicia rebelde” (“The Sound of Music” 1965), en el que interpretó al rígido pero entrañable padre de la familia von Trapp, cuyo corazón se ablandó con la llegada de María, interpretada por Julie Andrews.
Antes de recibir ese papel, que terminó de catapultar su fama, Plummer participó en otra superproducción de la talla de “La caída del Imperio romano” (1964), cuyo rodaje se llevó a cabo en varias regiones de España.
Plummer, nacido en Quebec (Canadá) en 1929, destacó por su presencia teatral ante las cámaras, labrada en los escenarios de Broadway, donde también se llevó dos premios Tony, el máximo galardón del circuito teatral.
Pero sus mayores reconocimientos en la gran pantalla llegaron ya a finales de su carrera y desde el año 2009 acumuló tres nominaciones al Óscar, otras tres a los Globos de Oro y dos del Sindicato de Actores de Hollywood.
Hizo triplete en 2012 al ganar todos los premios por la cinta “Beginners”, cuando ya tenía 82 años. Se convirtió en el actor más longevo de la historia que subía al escenario a recoger un Óscar.
Tiempo después volvería a recibir halagos por sustituir de manera impecable a Kevin Spacey, expulsado por las acusaciones de abuso sexual, en “Todo el dinero del mundo” (2017) bajo el mando de un Ridley Scott, quien le hizo repetir todas las escenas filmadas por Spacey en tiempo récord.
“Sólo teníamos nueve días para rodar y tuve el guion sólo dos días antes del rodaje. Así que no hubo mucho tiempo para la introspección o para largos debates”, señaló en su momento.