¿Otro pleito? Tensión en la familia real por el nombre de Lilibet

Los duques registraron el nombre antes que la bebé naciera, aseguran que consultaron a la reina y ella autorizó, pero el palacio niega que eso haya ocurrido.

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Los duques de Sussex FOTO: AFP

Por Y. Pérez / Agencias

2021-06-23 10:59:54

El 4 de junio nació la pequeña Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, hija de Meghan Markle y el príncipe Enrique. El segundo nombre de la pequeña es un homenaje a su difunta abuela materna, la princesa Diana, mientras que el primero honra a su bisabuela, la reina Isabel II, porque ese es el apelativo cariñoso que su familia más cercana usa para dirigirse a ella. El nombre no está exento de polémicas porque no hay consenso entre los duques y la casa real británica sobre si la pareja consultó a la reina antes de llamar a su hija con un nombre tan asociado a la monarca.

Ahora se conoce que los duques compraron los dominios de internet con el nombre de su hija días antes de que esta naciera, así lo confirmaron a al diario británico The Telegraph y después a la revista estadounidense People. Lilibetdiana y Lilidiana, con un .com detrás, han sido algunos de los dominios que adquirieron los duques de Sussex.

A través de un comunicado los duques han explicado que "como suele ser habitual en el caso de figuras públicas, su equipo compró una cantidad significativa de dominios de cualquier nombre posible para así protegerse contra su explotación una vez que fuera elegido y públicamente compartido".

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Lilidiana fue comprado el 31 de mayo, cuatro días antes del nacimiento de la pequeña; mientras que la adquisición de Lilibetdiana es del propio 4 de junio, día en que vino al mundo la niña.

Con ello la pareja se evitó una futura recompra más cara del dominio y se aseguró poder utilizar ese nombre en internet y también, quizá, con futuros usos filantrópicos o comerciales.

Un detalle que destaca del comunicado es que el matrimonio no estaba seguro del nombre porque se compraron "una cantidad significativa de dominios", es decir que la pareja tenía muchas más opciones.

También, diferentes medios británicos suponen que el permiso de Isabel II no habría llegado para usar los nombres, por tanto, hay muchas dudas sobre la autorización del uso del nombre.

Enrique y Meghan aseguran que consultaron a la abuela del príncipe si aceptaba que llamaran a su hija así antes que naciera la pequeña, pero los portavoces del palacio lo negaron a la BBC.

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La escalada de tensión siguió: ellos llegaron a argumentar que decir que no le habían comentado nada a la reina era "falso y difamatorio". "El duque habló con su familia antes del anuncio; de hecho, su abuela fue la primera persona a la que llamó [cuando nació su hija]", llegó a decir un portavoz de los Sussex a la cadena pública. "Durante la conversación, él compartió su deseo de llamar a su hija Lilibet en su honor. Si ella no se hubiera mostrado alentadora al respecto, ellos nunca hubieran usado ese nombre".

Pero el palacio, lejos de callarse ante la réplica de la pareja, volvió a reafirmarse: no había habido tales consultas.

Regreso a Inglaterra

Enrique regresará a Inglaterra después de año y medio viviendo en California. El príncipe regresa para un acto oficial el 1 de julio con motivo del que habría sido el 60º cumpleaños de Diana de Gales, y en el que inaugurará una estatua de su madre junto a su hermano Guillermo. Llegará a Londres este fin de semana, porque tiene que hacer cinco días de cuarentena obligatoria, que va a pasar en la que fue su casa, Frogmore Cottage, donde ahora vive su prima, la princesa Eugenia, hija de Andrés y Sarah Ferguson.

La única vez que Enrique ha vuelto al país, al menos que se sepa y se haya visto de forma pública, fue el pasado abril por el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo. Entonces apenas se reunió con su familia, excepto un pequeño acercamiento con su hermano, como pudo verse a la salida del servicio religioso.

Según ha explicado el escritor especializado en la familia real Robert Lacey en una serie de artículos que está publicando en The Times, ese fue el único encuentro que mantuvieron los hermanos. Guillermo y Kate (incluso el príncipe Carlos) evitaron mantener una reunión más larga y privada con Enrique porque temían que la conversación se filtrara, según The Times. Su miedo era que llegara a oídos de Oprah Winfrey.