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Doctora salvadoreña impacta en la preliminar del certamen Universal Woman en India
Katya Molina modeló en vestido de gala, ropa deportiva y lució un traje típico inspirado en la tradición de las Bolas de fuego de Nejapa.
La representación salvadoreña en el certamen Universal Woman 2025 ha dejado huella en la etapa preliminar celebrada el pasado viernes en India.
La doctora Katya Molina, reconocida médico anestesióloga, algóloga y especialista en medicina estética, sorprendió por su porte, carisma en el show preliminar de la tercera edición de este concurso que reúne a mujeres de 21 a 45 años, sin importar su estado civil.
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En su primera aparición durante el espectáculo, Katya lució un traje típico espectacular, inspirado en la tradicional fiesta de las Bolas de Fuego de Nejapa, destacando por sus vivos colores y detalles artesanales que capturaron la atención del público y jueces.
Posteriormente, desfiló en un “body” ceñido al cuerpo, prenda que usaron todas las participantes en sustitución del traje de baño. Finalmente, cautivó con su elegante vestido de noche, aunque experimentó un ligero tropiezo al bajar la única grada del escenario, del que se recuperó con soltura y profesionalismo.
En esta edición compiten 38 candidatas de todo el mundo, con la gala final programada para el 10 de agosto.
Más que un certamen de belleza tradicional, Universal Woman busca celebrar la diversidad, la fortaleza y el empoderamiento femenino.
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Katya Molina no solo es una profesional de la salud, también es madre, profesora universitaria, activista social y reina de belleza. Para ella, participar en este evento ha sido una oportunidad para reconectar con facetas artísticas que había dejado de lado.
"Este concurso me ha permitido reencontrarme con habilidades que había dejado en pausa, como el baile. En la medicina pocas veces priorizamos la belleza o la exposición física. Me siento plena y agradecida por esta oportunidad que me permite mostrar que la belleza, la capacidad y la pasión no tienen edad ni límites", expresó con emoción.
Su presencia en el escenario no se limita a buscar una banda o una corona, sino a transmitir un mensaje poderoso: que los sueños no tienen fecha de caducidad ni barreras impuestas por la sociedad.
"Mi mensaje es de empoderamiento, de que no tenemos límites; el límite lo marcamos nosotros. Debemos olvidarnos de los estereotipos antiguos y sentirnos orgullosas de lo que somos y del camino que hemos llevado", afirmó.
Con su determinación y autenticidad, Katya Molina demuestra que la belleza y el talento pueden caminar de la mano, rompiendo moldes y dejando claro que el verdadero brillo viene de la fuerza interior.