“Chespirito”: revive la desgarradora historia del actor del elenco que murió en el set

El esperado estreno de la serie “Chespirito: Sin querer queriendo”, transmitida por HBO Max, ha removido emociones y controversias que marcaron la historia del humor televisivo en América Latina.

La bioserie, basada en la vida y trayectoria de Roberto Gómez Bolaños, ha generado opiniones divididas por mostrar sin filtros momentos sensibles de su vida personal, como su relación extramarital con Florinda Meza, cuando aún estaba casado con Graciela Fernández, madre de sus seis hijos.

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Pero más allá del escándalo sentimental, la serie también ha tocado fibras profundas al retratar momentos oscuros y trágicos que rodearon la vida detrás de cámaras de “El Chavo del 8”, una de las producciones más queridas de la televisión de habla hispana.

Uno de los momentos que más ha conmovido a la audiencia es la mención de la muerte de Raúl “Chato” Padilla, el inolvidable Jaimito, el cartero de Tangamandapio. Su personaje era sinónimo de ternura, simpatía y humor inocente. Su frase “es que quiero evitar la fatiga” se convirtió en parte del lenguaje popular.

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Padilla falleció el 3 de febrero de 1994, a los 75 años, víctima de un infarto agudo al miocardio. Su salud ya se encontraba deteriorada debido a una combinación de condiciones crónicas como la diabetes mellitus y la cardioesclerosis. De hecho, en sus últimos meses había reducido su participación en grabaciones, lo que había generado preocupación entre sus compañeros.

Lo que pocos sabían, y que ahora se ha recordado gracias a la serie y al libro autobiográfico de “Chespirito”, es que fue el propio Roberto Gómez Bolaños quien encontró el cuerpo sin vida de su amigo en el set de grabación. En su obra Sin querer queriendo, el creador del universo del Chavo narra con dolor:

“Después de grabar, lo estuve esperando en la escalera para demostrarle que yo también podía brincar desde el quinto escalón. Pero no bajaba. Entonces subí para ver si le pasaba algo y lo que pasaba es que ya estaba muerto.”, relató Gómez Bolaños.

La historia no solo es devastadora, sino también poética. Bolaños describe que el cuerpo de ‘Chato’ Padilla parecía estar dormido, con una expresión de paz, como si soñara con algo agradable. “Tenía cara de estar contento. Pero no puede ser, porque ni modo que le diera gusto morirse. O, quién sabe, porque Jaimito siempre decía que quería evitar la fatiga, o sea que ya evitó la fatiga para siempre”, escribió Chespirito, en una mezcla de tristeza y ese humor tierno que lo caracterizaba.

Las cenizas de Raúl Padilla fueron depositadas en el Panteón Civil de Dolores, en la Ciudad de México, tras una ceremonia íntima. Su legado, sin embargo, permanece vivo en cada repetición del programa, en cada carcajada provocada por sus intervenciones, y ahora, en esta serie que lo trae de vuelta a la conversación pública.

Con este primer episodio, la bioserie Chespirito: Sin querer queriendo no solo reconstruye la historia del comediante mexicano más influyente del siglo XX, sino también rinde homenaje a aquellos personajes y actores que, desde la humildad y el carisma, dejaron huella eterna en el corazón de millones de espectadores.

La serie promete más revelaciones y momentos conmovedores, que permitirán a los fanáticos mirar con nuevos ojos aquel universo de vecindad, risas y melancolía que marcó generaciones. La figura de Raúl ‘Chato’ Padilla, gracias a este recuerdo, vuelve a ser celebrada como merece: con cariño, nostalgia y respeto.