Desde finales de enero, la guapa Ana Cortez sorprendió a su familia y también a sus fans con su repentino arribo a El Salvador. Fue ella misma quien publicó en sus redes sociales que se encontraba en su tierra natal, uno de sus mayores deseos desde que reside en México.
“Le di una sorpresa a mami. Para mí, ellos son mi pilar, mi motor y no saben lo rico que se siente después de tanto tiempo y de un año de angustias, de incertidumbre, de soñar con que Dios me diera la oportunidad de volver a verlos. Ahora que estoy acá, no puedo creerlo”, escribió en esa ocasión en su Instagram @ana_cortez7.
Aunque fueron pocas semanas, para ella fue una experiencia inolvidable, no solo compartió lindos momentos con sus seres queridos, también hizo turismo, no podía dejar de ir a las hermosas playas salvadoreñas.
“Saludos hermosa”, “maravillosa”, “guapísima sos”, “¿paseando por el país? Saludos, que la pases bien”, fueron algunos de los piropos que recibió a inicios de este mes en esta imagen (arriba) captada desde El Zonte, en el departamento de La Libertad.
Pero el momento de despedirse también llegó para la destacada salvadoreña, quien regresó a México para continuar su aprendizaje y reforzar su talento en los pasillos de Televisa.
La salvadoreña está decidida a cumplir sus sueños en tierra azteca.
Dijo adiós a través de una serie de historias que publicó el jueves, y que dejó ver que estaba muy llena de nostalgia, pero feliz de emprender el camino hacia su destino soñado.
Cortez inició la serie de historias de Instagram al retomar una imagen de una de sus amigas, quien escribió en la imagen: “Feliz viaje, te veo pronto Anitaaaaa. Te adoro”. La exreina de belleza respondió: “Te amito. Gracias por tu amistad Colocha”.
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Luego siguió la imagen de Ana con un tierno oso de peluche, quien se convirtió en su “acompañante de viaje”.
Para finalizar, no perdió la oportunidad de compartir un mensaje para sus mas de 147,000 followers en Instagram: “Por cierto, nunca dejemos de brillar. Agradece a diario lo que tienes y lo que eres… créetelo, porque así verás cómo todo irá mejorando”.
Después de algunas horas publicó una historia ya en Ciudad de México, la cual observó desde la ventana de un automóvil. Para finalizar, apareció un “Hogar, dulce hogar” revelando que se encontraba relajada en la comodidad de su casa viendo televisión.