Lucianne Herrera no clasifica en Miss Grand International 2025

El Salvador quedó fuera del cuadro de finalistas en la edición 2025 de Miss Grand International (MGI), uno de los certámenes de belleza más mediáticos del mundo. La representante cuscatleca, Lucianne Herrera, de 19 años, no consiguió avanzar al grupo de las 22 semifinalistas, pese a su destacada participación en las actividades previas del concurso, celebrado este sábado en Bangkok, Tailandia.

Durante varias semanas, 77 delegadas de igual número de países participaron en ensayos, desfiles y presentaciones públicas. Herrera, originaria de San Salvador, destacó por su carisma, elegancia y porte escénico, lo que generó expectativa entre los seguidores del certamen. Sin embargo, su nombre no fue anunciado durante la ronda de clasificaciones, lo que sorprendió a muchos fanáticos locales e internacionales.

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Una noche de emociones y contrastes

La gala final de Miss Grand International 2025, transmitida en vivo desde el icónico Show DC Hall de Bangkok, fue un espectáculo cargado de glamour, luces y coreografías cuidadosamente diseñadas. Las concursantes desfilaron en trajes nacionales, de baño y de gala, culminando con los emotivos discursos sobre la paz —lema central del certamen, fundado en 2013 por el empresario tailandés Nawat Itsaragrisil.

El momento cumbre de la noche llegó con la coronación de Emma Tiglao, representante de Filipinas, quien se alzó con el título de Miss Grand International 2025. La reina saliente, Christine Opiazza, también filipina, fue la encargada de colocarle la emblemática corona dorada, símbolo de triunfo y esperanza.

Aunque Lucianne no logró avanzar en la competencia, su participación fue recibida con orgullo por el público salvadoreño. En redes sociales, las opiniones se dividieron: mientras algunos admiraron su elegancia y serenidad, otros consideraron que le faltó mayor energía y expresión durante la pasarela preliminar, factores que podrían haber influido en la decisión del jurado.

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Brillo en la preliminar: elegancia y talento salvadoreño

Días antes de la final, Lucianne Herrera había captado la atención del público internacional durante la competencia preliminar, considerada una de las etapas más decisivas del certamen. En esa ocasión, deslumbró con una presentación sobria y elegante que reflejó su seguridad en el escenario.

En la ronda de traje de baño, la salvadoreña lució un trikini turquesa y gris, optando por una pasarela limpia y precisa. Su estatura de 1.82 metros, acompañada de una expresión serena y un andar seguro, generó comentarios positivos en transmisiones y medios especializados. Su enfoque alejado de los excesos, más centrado en la naturalidad y el porte, fue bien recibido por la audiencia.

Pero el momento más aplaudido de la noche preliminar fue su aparición en traje de gala, una creación del diseñador salvadoreño Jesús Alvarenga. El vestido, en tono amarillo vibrante con pedrería plateada en 3D, combinaba modernidad y sofisticación, incorporando un polizón etéreo que aportaba movimiento y dramatismo. Este diseño no solo resaltó el talento nacional en moda, sino que también sirvió como vitrina internacional para la creatividad salvadoreña.

Pese a no clasificar entre las finalistas, la participación de Lucianne Herrera reafirma el creciente interés de El Salvador en destacar dentro del circuito global de concursos de belleza. Cada presencia salvadoreña en certámenes de alto nivel refuerza la imagen de un país con juventud talentosa, disciplinada y conectada con el mundo.

Miss Grand International, que acumula millones de visualizaciones en redes sociales y medios digitales, se ha convertido en una plataforma para proyectar no solo belleza, sino también mensajes sociales y culturales. En ese contexto, la actuación de Herrera representa una oportunidad para mostrar una nueva cara de El Salvador: moderna, creativa y con aspiraciones globales.

A pesar del resultado, Lucianne Herrera ha despertado un fuerte sentimiento de orgullo entre los salvadoreños dentro y fuera del país. Su desempeño, caracterizado por disciplina, elegancia y autenticidad, la posiciona como una figura inspiradora para jóvenes interesadas en el modelaje, la moda y la representación cultural.