Juanes emocionó a El Salvador con más de 25 canciones sobre el escenario

"¡Qué alegría tan inmensa de estar con ustedes de nuevo! Ha pasado tanto tiempo, como casi ocho años… Esto no puede volver a pasar y esto apenas comienza, muchachos", dijo Juanes al reencontrarse con el público salvadoreño, en un concierto que combinó emoción, memoria y energía desbordante.

El colombiano volvió al país luego de ocho años de ausencia con su Latam Tour 2025, en el Complejo del Estadio Cuscatlán, en San Salvador, donde repasó los grandes éxitos de su carrera y rindió tributo a algunos de los artistas que han influido en su trayectoria.

El concierto tuvo una duración de dos horas, desde las 9:30 p.m. hasta las 11:30, durante las cuales Juanes interpretó 27 canciones que recorrieron toda su trayectoria musical.

La noche comenzó con “Mala gente”, el clásico de su primer álbum "Fíjate bien" (2000). Desde el primer acorde, el público respondió con entusiasmo. “Okay, El Salvador, este es el momento en donde quiero que cantes conmigo, aunque no te sepas la canción… dos palabras "Mala gente", animó el artista, marcando el tono de complicidad que se mantendría durante todo el concierto.

A ese arranque le siguió “Amores pasajeros”, antes de sorprender con una interpretación de “Persiana americana”, en homenaje a Soda Stereo. Más adelante, alternó temas como “Volverte a ver ”, “Fuego”, “Luna lunera” y “Fotografía”, cada uno recibido entre aplausos y coros que se extendían más allá del escenario.

“Tengo muy buenos recuerdos, y me han dicho que aquí en El Salvador cantan muy bien, aunque llueva”, bromeó mientras una ligera llovizna caía sobre el recinto.

Una conexión intacta

El artista compartió con los asistentes que han pasado más de dos décadas desde que inició su carrera como solista. “La primera vez que vine a este hermoso país pudo haber sido en el año 2003, 2004… Fue en 2005. Mucho tiempo, ¿no? Pero el amor es relativo, el amor sigue intacto. Hoy cumple 25 años mi primer álbum como solista”, dijo, provocando una ovación entre los asistentes.

En ese momento, a punto de interpretar la canción número 16, bajó del escenario para cantar “Para tu amor” en medio de los fans, que lo rodearon con celulares alzados, gritos y mucha emoción. Fue uno de los momentos más emotivos de la noche, un gesto que reafirmó la cercanía del artista con su público.

Al momento de presentar a su banda que lo acompaña en cada concierto, destacó al salvadoreño José López encargado de la consola de sonido. “Viajamos con un poquito de ustedes siempre”, comentó sonriendo.

El repertorio fue una mezcla de canciones imperdibles

El repertorio fue un recorrido por las distintas etapas de su carrera: Fijate bien”, “Mada valgo sin tu amor”, “Un día normal”, “A Dios le pido”, “La camisa negra”, “Es por ti” y “Una noche contigo”, entre otras.

También hubo espacio para los homenajes. Juanes sorprendió, nuevamente, con un bloque de tributos que incluyó “Querida”, en honor a Juan Gabriel, y un mix con energía rockera en el que mezcló “Twist and Shout” de The Beatles con “La Bamba”.

Uno de los momentos más especiales fue cuando combinó su éxito “Me enamora” con el icónico bolero “Bésame mucho” y su colaboración con Mon Laferte, “Amárrame”. El público cantó al unísono, convirtiendo el estadio en un coro masivo que mezcló romance y ritmo.

Un cierre luminoso

El concierto culminó con “La Luz” mientras el público saltaba y cantaba los versos:

“Se fue la luz en todo el barrio
Prende las vela’ que la fiesta no se apaga
Esta noche quiero ser tuyo
Esta noche he de ser tuyo”.

Con el escenario iluminado por luces y celulares, Juanes se despidió con una sonrisa y una frase que cerró la noche con emoción: “Que Dios bendiga El Salvador, muchísimas gracias”. Mientras abandonaba el escenario, el público seguía pidiendo otra canción.

La previa: generaciones que crecieron con Juanes

Antes del concierto, elsalvador.com conversó con varios de los asistentes que esperaban ansiosos la apertura de puertas. Una constante entre ellos era que crecieron escuchando las canciones de Juanes: algunos eran adolescentes en los años 2000, otros eran niños que compartían su música con sus padres.

Ese vínculo generacional se reflejó en el Complejo del Estadio Cuscatlán, donde familias completas, amigos y parejas de distintas edades coreaban los mismos temas. Fue común ver a padres millennial o X acompañados por sus hijos de la generación alpha o de la generación Z, todos unidos por la nostalgia y la energía de una voz que ha acompañado a varias etapas de sus vidas.

El retorno de Juanes a El Salvador no solo fue un reencuentro con su público, sino también una celebración de la memoria musical de toda una generación.

Con guitarra en mano, carisma intacto y un mensaje de esperanza, el artista colombiano dejó claro que su conexión con el país sigue tan viva como el primer día.