Giorgio Armani, el eterno “rey” de la moda italiana, muere a los 91 años en Milán

El mundo de la moda está de luto. Giorgio Armani, uno de los diseñadores más influyentes y respetados del último medio siglo, falleció este jueves en Milán a los 91 años, acompañado de su familia y de su pareja en los últimos veinte años, Leo Dell'Orco. El anuncio lo hizo su grupo empresarial a través de un comunicado en el que expresó “infinito pesar” por la partida de su creador, fundador y motor incansable.

“El señor Armani, como siempre le han llamado con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció tranquilamente, rodeado de sus seres queridos”, señaló la casa de moda. El comunicado subrayó que el diseñador trabajó sin descanso hasta sus últimos días, volcado en la empresa, las colecciones y los nuevos proyectos que aún tenía en desarrollo.

Una vida dedicada a la moda

Hace apenas unas semanas, Armani había sido hospitalizado por una infección pulmonar que lo obligó a convalecer en su residencia de la Via Borgonuovo, en Milán. Esa circunstancia lo llevó a perderse, por primera vez en décadas, el desfile masculino de alta costura en junio, un hecho inusual en quien se definía como un trabajador infatigable que nunca abandonó los talleres.

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Nacido en Piacenza en 1934, Giorgio Armani construyó desde mediados de los años setenta un verdadero imperio de la moda. En 1975, junto a su socio y pareja Sergio Galeotti, fundó en Milán la empresa que llevaría su apellido y que, medio siglo después, sigue siendo un referente mundial del estilo. Tras la temprana muerte de Galeotti, Armani asumió solo el timón y logró un equilibrio casi único entre la visión creativa y la solidez empresarial, manteniendo la independencia de su marca en un contexto en que la mayoría de las casas históricas fueron absorbidas por conglomerados internacionales.

El innovador de la chaqueta desestructurada

Su gran revolución llegó en los años setenta, cuando introdujo la llamada “chaqueta desestructurada”, que rompió con la rigidez de la moda masculina. A partir de allí, Armani propuso un nuevo lenguaje en el vestir: para los hombres, prendas más fluidas y suaves; para las mujeres, un estilo estructurado y andrógino que otorgaba poder y libertad.

El diseñador italiano desafió los estereotipos de género con sus trajes de chaqueta y pantalón para mujeres, piezas que rápidamente se convirtieron en símbolo de independencia y sofisticación. Sus colores neutros —gris, beige, el célebre “greige” (a medio camino entre gris y beige), y el azul noche— terminaron por definir su sello característico: una elegancia atemporal, sobria y reconocible.

Moda y cine: un puente innovador

Armani también fue pionero en establecer vínculos entre la moda y el cine de Hollywood. Fue de los primeros en utilizar la estrategia del product placement, vistiendo a actores tanto en películas como en alfombras rojas. Su estilo conquistó a figuras como Jodie Foster, Helen Mirren, Cate Blanchett, Naomi Watts o Amanda Seyfried, quienes han lucido sus diseños en los eventos más prestigiosos de la industria cinematográfica.

Esa asociación con Hollywood consolidó su fama internacional y convirtió su marca en sinónimo de glamour, elegancia y modernidad. Armani supo entender el poder de la imagen y posicionó sus creaciones como aspiracionales, al tiempo que mantenía un carácter discreto y alejado del exceso.

Un hombre directo y sin concesiones

Si bien su personalidad era reconocida por la elegancia y la educación, Armani no dudaba en expresarse con firmeza. En 2020, en una de sus últimas declaraciones polémicas, arremetió contra los diseñadores que “violan” a sus clientas al obligarlas a seguir tendencias que no les favorecen. Para él, la moda debía servir a la persona y no al revés.

Ese compromiso con la autenticidad y con una visión humanista de la moda lo distinguió del resto y lo convirtió en referente no solo para diseñadores, sino también para millones de mujeres y hombres que encontraron en sus prendas una forma de expresar libertad y seguridad.

Legado y despedida

Con motivo de sus 90 años, Armani celebró en 2024 el medio siglo de existencia de su firma, reafirmando su lugar como una leyenda de la moda que supo mantenerse fiel a sus principios. La independencia de su casa, la coherencia estética de sus colecciones y su disciplina de trabajo son parte del legado que deja a la industria.

Su familia comunicó que desde el sábado 6 hasta el domingo 7 de septiembre se instalará una capilla ardiente en el Armani Teatro de Milán, donde colegas, amigos y admiradores podrán rendirle homenaje. El funeral será privado, tal como él mismo lo dejó estipulado en sus últimas voluntades.

Una leyenda eterna

Armani no solo cambió la forma de vestir del mundo, sino también la manera en que la moda dialoga con la sociedad. Al poner la libertad de la mujer en el centro de su creación, derribó prejuicios y estableció un estándar de elegancia que trasciende épocas y generaciones.

El “rey Giorgio” se marcha, pero su legado permanece vivo en cada prenda, en cada desfile y en cada persona que alguna vez se vistió con la confianza y la sobriedad que solo él supo imprimir. La moda pierde a un gigante, pero la historia gana a un icono universal del estilo contemporáneo.