La magia del indie: Foster The People llenó de energía a San Salvador

El 19 de noviembre de 2025, San Salvador vivió una de esas noches que se quedan grabadas como buenos recuerdos. Foster The People, una de las bandas más influyentes del indie pop de la última década, se presentó por primera vez en El Salvador, convirtiendo el Complejo Deportivo del estadio Cuscatlán en un punto de encuentro para miles de fanáticos que crecieron escuchando sus canciones.

Para quienes aman el indie, la jornada tuvo un aire casi mágico: una mezcla de nostalgia, expectativa y alegría palpable desde mucho antes de que las luces se apagaran.

Horas previas al concierto, los asistentes compartían con elsalvador.com la emoción que los acompañaba. Muchos aseguraban que llevaban más de una década esperando esta visita y que nunca imaginaron ver a la banda en vivo en territorio salvadoreño.

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Entre conversaciones surgían recuerdos: varios contaban que conocieron a Foster The People por su éxito mundial Pumped Up Kicks o tras escuchar el álbum debut Torches, lanzado en 2011.

Ese fue el disco que marcó a toda una generación, abriendo para muchos las puertas del género indie y acompañándolos durante su adolescencia o sus primeros años de juventud.

Esa conexión emocional se sentía en el ambiente. Algunos asistentes comentaban que, con el paso del tiempo, fueron descubriendo otras facetas de la banda y que su recomendación era no quedarse únicamente con los éxitos más conocidos.

Para ellos, Foster The People mantiene un catálogo de canciones sólidas y un último álbum que “vale la pena escucharlo de principio a fin”. La expectativa, en general, giraba en torno a revivir recuerdos y, a la vez, descubrir la esencia actual de los artistas.

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El ambiente previo se encendió aún más gracias a la participación de la banda mexicana de electropop Disco Bahía, encargada de abrir el show. Con ritmos bailables, sintetizadores vibrantes y una presencia escénica contagiosa, lograron que el público entrara en calor rápidamente.

Al finalizar su presentación, recibieron fuertes aplausos y comentarios positivos. Los asistentes comentaron: “¡qué buena energía traen!”, “no los conocía, pero ya los voy a seguir” y “este tipo de conciertos debería hacerse más seguido”. La audiencia celebró no solo la llegada de Foster The People, sino también la oportunidad de descubrir nuevas propuestas de la región.

Dentro del recinto predominaban camisas con diseños de los álbumes de la banda, vinchas fluorescentes, lentes retro y carteles con mensajes como “He esperado 14 años por este momento” y "¡Convertí nuestra imaginación en realidad!", haciendo alusión a uno de sus éxitos.

Era evidente que muchos habían preparado su outfit especialmente para la ocasión, haciendo del lugar un mar de colores, ropa alternativa y referencias a la discografía del grupo.

La emoción no solo venía del público local. Incluso grupos de amigos provenientes de Honduras viajaron especialmente para asistir al concierto y aprovecharon su visita para turistear en El Salvador. Comentaban que, además de ver a la banda por primera vez, querían conocer lugares emblemáticos del país.

Entre sus destinos mencionaron espacios como La Puerta del Diablo, desde donde dijeron haber quedado impresionados por los paisajes y la vista panorámica del territorio salvadoreño. Muchos destacaron que el concierto fue la excusa perfecta para disfrutar un fin de semana completo explorando la oferta turística salvadoreña.

Momentos antes de que el telón sonoro se levantara, un canto unísono comenzó a tomar fuerza: “¡Foster! ¡Foster! ¡Foster!”. La expectativa ya estaba en su punto más alto, y cuando los primeros beats de batería anunciaron el inicio de Feed Me, una ola de emoción recorrió todo el complejo. El público gritó, cantó, aplaudió y levantó sus teléfonos para grabar el que, para muchos, era un sueño hecho realidad.

En una pausa entre canciones, Mark Foster se dirigió al público en español con un gesto de cariño que desató aún más euforia. “¡Qué chivo público tenemos!”, expresó con una sonrisa evidente.

Minutos después agregó: “Es nuestra primera vez en El Salvador y ustedes, chicos, son asombrosos. Gracias por estar aquí esta noche”. Las palabras fueron celebradas como un regalo para los fans, que respondieron con gritos, aplausos y un entusiasmo que se mantuvo hasta el final del espectáculo.

Entre los momentos más memorables destacaron las interpretaciones de Houdini, Call It What You Want, Don’t Stop y el cierre explosivo con Sit Next to Me y la tan esperada Pumped Up Kicks.

Cada una fue coreada con intensidad, demostrando que la conexión entre la banda y los salvadoreños no solo se había mantenido con los años, sino que parecía fortalecerse al verse finalmente cara a cara.

El setlist estuvo compuesto por 22 canciones y un espectáculo de aproximadamente una hora y treinta minutos que dejó al público satisfecho, energizado y con la sensación de haber sido parte de un momento histórico para la escena musical del país.

Muchos asistentes, al salir, comentaban que esperan que esta primera visita no sea la última y que ojalá más bandas de este género sigan viendo a El Salvador como un destino para sus giras.