Milán se vistió de azul y blanco con bajada del Divino Salvador del Mundo
La comunidad salvadoreña en Milán se sumó a la celebración de las fiestas agostinas en honor del patrono del país, el Divino Salvador del Mundo, con la tradicional bajada.
Con una participación entusiasta y profundamente devota, la comunidad salvadoreña en Milán, representada por la agrupación Monseñor Óscar Romero, celebró el pasado domingo 3 de agosto la festividad del Divino Salvador del Mundo, patrono de El Salvador, en las instalaciones del centro polideportivo Schuster.
Después de varios años en los que la procesión tenía lugar únicamente dentro del complejo deportivo, este 2025 marcó un hito significativo para la comunidad.
Te puede interesar: Del barroco a Romero, la religión ha dejado huella en el arte de El Salvador
Gracias a las autorizaciones especiales otorgadas por la alcaldía de Milán, la procesión pudo realizarse por la vía pública, partiendo desde el inicio de la vía Feltre hasta llegar a la iglesia situada dentro del centro, sobre la vía Padre Morelli 2.
Este gesto simbólico no solo facilitó una expresión de fe más visible, sino que también fue recibido con gran entusiasmo por los feligreses, quienes caminaron con orgullo y devoción portando imágenes, banderas salvadoreñas y cánticos tradicionales.

Uno de los momentos más significativos de la jornada fue la representación del acto de la transfiguración del Divino Salvador, que incluyó el cambio de vestidura del santo, rememorando la solemne ceremonia que se realiza cada año frente a la catedral metropolitana en el Centro Histórico de San Salvador.
Este emotivo acto permitió a muchos de los asistentes revivir una tradición profundamente enraizada en el alma salvadoreña, a pesar de la distancia geográfica.
Lee también: “Cons-telar”, el libro que rescata la presencia femenina en el arte centroamericano
La celebración eucarística fue oficiada al aire libre por el padre Alessandro Maraschi, acompañado por Don Alberto Bruzzolo sacerdote de la parroquia del cercano barrio Cimiano.
Ambos celebraron la misa íntegramente en español, acompañados de cantos litúrgicos. El repertorio musical, similar al que se utiliza en las parroquias de El Salvador, generó un ambiente cargado de espiritualidad y nostalgia, transportando a los presentes a sus raíces.


Durante el acto litúrgico, se contó con la presencia oficial de las máximas autoridades consulares salvadoreñas en Milán. Su presencia reafirmó el acompañamiento institucional del Consulado General de El Salvador a las actividades de la diáspora.
La jornada concluyó con una feria gastronómica donde los asistentes pudieron degustar platillos típicos como pupusas, carne asada, arroz, tamales y refrescos tradicionales, preparados con esmero por miembros de la comunidad.
Mira además: ¿Por qué están interviniendo el mirador de Los Planes de Renderos?
Posteriormente, se desarrollaron juegos tradicionales salvadoreños, tanto para adultos como para los numerosos niños y niñas presentes, muchos de ellos pertenecientes a la tercera generación de salvadoreños nacidos o criados en Italia, que viven esta identidad cultural como un legado familiar que perdura y se renueva.
La celebración del Divino Salvador del Mundo no solo representó una expresión religiosa, sino también un espacio de convivencia, identidad y memoria compartida.

La comunidad Monseñor Óscar Romero reafirmó, una vez más, su compromiso con las raíces cuscatlecas, su fe católica y su voluntad de integrar la cultura salvadoreña en la vida cotidiana de quienes, aún lejos de su tierra natal, siguen construyendo puentes entre El Salvador e Italia (artículo asistido por IA).

CONTENIDO DE ARCHIVO: