Santa Ana 20oC   87% H San Salvador 25oC   89% H San Miguel 25oC   89% H Surf City 25oC   89% H
  mapa
EDH

Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
   CONTENIDO DE ARCHIVO: ¡Estás navegando en el pasado! 🚀 Da el salto a la nueva versión de elsalvador.com. Te invitamos a visitar el nuevo portal país donde coincidimos todos.
Renacho Melgar

Renacho revive “Metástasivar”, una incómoda crítica a la realidad de San Salvador

En una entrevista con elsalvador.com, el artista Renacho Melgar habló sobre su próxima exposición “Metástasivar”, una serie de dibujos que cuestionan la memoria, la identidad y la gentrificación desde la resistencia y el pensamiento crítico.

Avatar del autor

Por Adalberto Granados
Publicado el 15 de julio de 2025


Esta colección de obras hechas a grafito por Renacho Melgar ha sobrevivido incluso al fuego. Hace unos años, tras una exposición en la Embajada de México, las piezas fueron almacenadas en la fábrica de un amigo, que tiempo después se incendió y perdió todo su patrimonio. “Yo lo único que pensé fue en mi dibujo; allá, a lo largo del tiempo, me dijo que habían sobrevivido, irónicamente”, contó Melgar. Esa resistencia fue mótivo suficiente para desempolvarlas y volver a montarlas, esta vez con más fuerza y significado.

Lee también: FIND: La nueva fundación que transforma el talento creativo salvadoreño en impacto social

Así nace la exposición “Metástasivar”, que abrirá el 26 de julio. El título —un juego entre “metástasis” y el apodo popular de la ciudad de San Salvador— describe la naturaleza expansiva y voraz de Sivar. “Toda la serie se llama 'Metástasivar', que tiene la naturaleza de un tumor, algo que va creciendo involuntariamente y se va apropiando de cosas”, explicó. La serie comenzó más o menos hace siete años; Melgar la describe como “un tumor gráfico, algo que habla del olvido, de la ciudad”.

Renacho Metastasivar
Los dibujos impactan y evocan un análisis propio, basado en lo que cada uno conoce o identifica de la ciudad. Foto: EDH / Miguel Lemus

El proyecto surgió antes de que “los personajes de la ciudad fueran trending”, afirmó. Por eso, su propuesta es también una memoria: símbolos de identidad, tradición y cultura popular —como el pollo Bonanza, la Tenchis, el Xipe Tótec, Lady Drag o la Yajaira— conviven en un universo donde se entrelazan lo cultural, lo político y lo urbano. “Mi sueño es que sea un mural de unos 80 metros, que se pueda quitar y poner en la calle, que la gente lo vea en la calle”, confesó el artista salvadoreño.

Su intención es que las personas reconozcan su posición en la ciudad y reflexionen frente a las piezas: “¿Cuál es el papel que juegan? Porque ahorita que están echando a los peones decís: ‘sí, no hay nada, que los quiten. Son sucios, siempre se orinan en la calle, roban’ (…) Pero ¿qué pasa cuando va creciendo ese fenómeno? Llegará un momento en que te va a tocar a vos, vas a tener que salir de la ciudad, vas a tener que emigrar de lo que siempre ha sido tu espacio”.

Más que una crítica política, para Melgar la muestra es “un espejo”. Según explicó: “Creo que ponerme a decir que es una crítica al Gobierno actual o a la modernidad sería un argumento vacío. Yo creo que esta serie es un resultado de cómo la ciudad me afecta, o cómo me veo dentro de la ciudad, cuál es mi valor dentro de la ciudad”.

Renacho Metastasivar
En los murales también hay muchos elementos políticos que ilustran la realidad del país. Un ejemplo: la militarización. Foto: EDH / Miguel Lemus

Uno de los ejes de su trabajo es confrontar la estética impuesta por el gobierno, que muchas veces “romantiza la pobreza” y transforma el dolor en decoración. “Estamos enfrentándonos modernamente a la estética impuesta, a la estética de un rostro neomonárquico (…) es una estética que juega con la fe de la gente, que le oferta cambio”, afirmó.

Además, Melgar explicó su perspectiva sobre colegas que venden su arte al Estado: “Vas a ir a romantizar la pobreza, a romantizar la urbe, a romantizar el gueto y a justificar que tenés esa seudo libertad a cambio de una militarización total”. También denunció cómo los artistas se convierten en cómplices silentes: “Solo tenés que ver todo lo que está pasando y no podés decir nada. Entonces, para mí, que soy un agente autónomo e independiente, puedo decir lo que quiero, pero quiero que mi obra también sea una voz colectiva”.

Esa voz colectiva busca despertar un pensamiento crítico que, según él, se ha debilitado en la sociedad: “Es necesario que las voces disidentes, en pensamiento, en arte, en poesía, en danza, en literatura (…) aprendamos a oírnos. El grave triunfo del sistema contemporáneo es que nos ha enseñado a dividirnos y a pelearnos por estupideces”.

Renacho Metastasivar
Renacho Melgar planea habilitar en su apartamento un espacio de encuentro para artistas que deseen crear, dialogar y reflexionar sobre las realidades que enfrenta El Salvador. Foto: EDH / Miguel Lemus

Las piezas no solo responden a su imaginación, sino que, cuando las creó, se anticiparon a hechos reales. Como cuando incluyó en un mural el monumento a la Reconciliación, y dos semanas después fue destruido. “Es ver que viene el alud y saber caminar o moverte hacia un lado y dejarlo pasar. Pero ese alud, si bien es cierto que de una u otra forma construye, ¿qué tanto destruye? ¿Qué tanto destruye identidad o registros de memoria?”, cuestionó.

Melgar advierte que los rasgos identitarios, como las costumbres, la picardía, la cumbia, las comidas típicas y la literatura nacional, están siendo desplazados lentamente por una cultura homogénea importada. “Poco a poco el comportamiento del hincha del Alianza se parece a la gente del Madrid (…) Vas caminando y hay una proliferación de estética china (…) poco a poco va desapareciendo la venta de café (…) poco a poco vamos perdiendo lo que nos hace ser”, lamentó Melgar.

Esa pérdida cultural, para él, va acompañada por una “soft manipulación” que adormece la capacidad crítica de la gente. “Podría haber una hard manipulación, pero hay un soft power que llega de manera suave al espectador y te dice: ‘vamos bien’ (...) es como una estética para crear zombies”, señaló. Y describió esa estética así: “Una estética en la que todas las paredes son blancas (...) porque es fúnebre, porque tiene que parecer un gran cementerio”.

Renacho Metastasivar
Este dibujo ilustra a un Quijote como vendedor de humo, y todos los elementos que está vendiendo representan las aristas exactas de la cooperación española hacia el país para generar progreso. Foto: EDH / Miguel Lemus

Frente a esta situación, Melgar propone una contracultura “no contra el Estado (...) es una contracultura de resistencia a manera global”. Su objetivo es crear un espacio donde las personas comprendan “por qué están haciendo las cosas” y se pregunten qué significado tienen realmente los cambios en la ciudad y en su identidad.

La carencia de espacios culturales para exhibir obras críticas lo llevó a transformar su propio apartamento, ubicado en el centro de San Salvador, en una galería. “Voy a transformar mi apartamento en una galería improvisada, porque no hay espacios culturales donde podás llevar esta obra. Porque todos los espacios culturales, artísticos del país tienen miedo a hablar de este tipo de cosas”, sostuvo.

Renacho Metastasivar
Este mural lo elaboró Renacho cuando una parte del Teatro Nacional fue cedida para que se instalara un Starbucks. Foto: EDH / Miguel Lemus

El proyecto que inaugurará junto con el colectivo i:Taller no busca imponer respuestas, sino abrir preguntas. “Lo que busco es generar el diálogo en la sociedad salvadoreña, que es tan importante, que nos salve de la mediocridad, de la tranquilidad en que estamos viviendo”, dijo Melgar.

Te puede interesar: Jessica Orellana revela la crisis del agua de El Salvador en las calles de Nueva York

Con “Metástasivar”, Renacho Melgar ofrece más que una exposición: un espacio de resistencia, memoria y autocrítica. Una oportunidad para mirarnos en el espejo de nuestra ciudad, aunque nos incomode. La inauguración será el 26 de julio a las 7:00 p.m. en el taller de Renacho, ubicado sobre la 5.ª Calle Ote., San Salvador.

REGRESAR A LA PORTADA

💡
¿Qué deseas ver ahora?