El punto central de la Navidad es la celebración del nacimiento del niño Dios, la figura que complementa los pesebres cada 25 de diciembre. Este año, sin embargo la escena navideña representada por los mexicanos lucirá diferentes debido a la pandemia, que ha impulsado a artesanos y sastres a innovar.
Resulta que en México existe una tradición muy arraigada, y es la de vestir al niño Dios. El 24 de diciembre muchas familias arrullan a la figura honrando el nacimiento de Jesús y cada año lo visten de una manera, por lo que los trajes de San Judas Tadeo, el Niño de Atocha o el Sagrado Corazón, los más clásicos, son los más vendidos.
Pero el ingenio de los comerciantes se hace notar con creaciones que se refieren a temas candentes de cada año, como recientemente el Niño Dios migrante o el huachicolero (personas que roban combustible para luego venderlo), señala EFE.
Por lo mismo, la novedad es que este 2020 han incorporado un nuevo atuendo con el que buscan rendir un homenaje al personal de salud de primera línea: el niño Dios Covid.
Según informa EFE, en la solitaria calle Talavera de la Ciudad de México, que en otros años lucía abarrotada de personas, es donde pueden encontrarse estas figuras con su vestuario pandémico, constituido por una careta, un cubrebocas y un frasco de gel hidroalcohólico, todos del tamaño correspondiente a la pequeña imagen.
Según comentan los impulsores de la idea, este año, el interés no es comercial, sino que tiene el objetivo de crear concienciar en los compradores y animarlos a que usen cubrebocas. “La idea es que veamos que nuestra figura del niño Dios tiene su cubrebocas, su careta y su gel en la mano, porque te recuerda que tú debes salir así”, sostiene Felipe Garrido, encargado de uno de los establecimientos donde se venden los pecualiares niños.