Desde West Point y San Salvador hasta las puertas de la NASA

Uno de los principales impulsores e las investigaciones científicas de la atmósfera con fines militares estuvo destacado en la Centroamérica de fines del siglo XIX. El brigadier Scriven sentó las bases de la actual NASA.

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Foto en blanco y negro del brigadier George Percival Scriven. Foto: Cortesía del sitio web https://philippinediaryproject.com

Por Carlos Cañas Dinarte

2021-08-06 3:21:33

A las 14:00 horas del sábado 28 de marzo de 1891, el presidente salvadoreño, general Carlos Basilio Ezeta, encabezó una ceremonia solemne en los salones de Casa Blanca o Palacio del Poder Ejecutivo (hoy predio del cine Libertad), al suroriente de la Plaza de Armas (ahora Libertad). Con gran pompa, recibió al nuevo ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de los Estados Unidos de América, el californiano Romualdo Pacheco Jr. (1831-1899).

La comitiva del exgobernador Pacheco Jr. estaba formada por su secretario particular Francisco de la Meza, el capitán G. P. Cotton (agregado militar a la Legación estadounidense y comisario para Honduras de la Exposición Mundial Colombina de Chicago, programada para 1893) y el primer teniente George Percival Scriven (también agregado militar a la Legación de su país en la ciudad de Guatemala, fungía como comisario de la Exposición de Chicago para Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Guatemala).

Integrante del Cuerpo del Estado Mayor estadounidense, el primer teniente Scriven (ascendido en 1885) nació en Filadelfia (Pensilvania), el 21 de febrero de 1854. Realizó sus estudios de ingeniería civil en el Instituto Politécnico Rensselaer y en West Point, la Academia Militar de Estados Unidos, de la que se graduó en 1878.

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Su dominio de varios idiomas contemporáneos le permitió ser catedrático de su academia, antes de entrar a servicios activos en las ramas de Artillería, Transmisiones (1891) y en el servicio diplomático como agregado militar en Guatemala, El Salvador, México, Italia y Turquía, a la vez que ascendía en el escalafón militar hasta el grado de mayor (1898).

Interesado por las nuevas tecnologías y sus implicaciones en el terreno militar, redactó y publicó el ensayo especializado El canal de Nicaragua en sus aspectos militares (1892), en que defendía la necesidad estratégica de que los Estados Unidos contara con ese paso transoceánico, al final construido en el istmo de Panamá.

Durante su paso por la jefatura del Servicio de Señales y Transmisiones del ejército estadounidense, desde 1898 hasta 1917 (año de su retiro con honores y con el rango de general de brigada o brigadier) impulsó el uso intensivo de los telégrafos inalámbricos y de las demás señales de radiocomunicaciones entre los centros de mando y los frentes de batalla en tierra y mar.

Como parte de su funciones, el 1 de agosto de 1907 fundó la División Aeronáutica del Cuerpo de Señales del Ejército estadounidense, para estudiar y promover el uso de globos aerostáticos, máquinas voladoras (zepelines, aviones, etc) y demás asuntos relacionados con el dominio militar del aire. Al frente de tres oficiales y diez soldados puso al capitán Charles deForest Chandler, aunque sin mayor equipo ni recursos económicos.

Gracias a la campaña pública impulsada por el brigadier Scriven con apoyo de los poderosos diarios The New York Times y The Washington Post, consiguió que, el 18 de julio de 1914, el gobierno estadounidense diera un mayor impulso a la aviación militar al aprobar la Ley Hay, fundara la Sección de Aviación del Cuerpo de Señales y clausurara la División Aeronáutica. Mientras se daba ese primer paso crucial para el establecimiento de la Fuerza Aérea estadounidense (USAF), la Primera Guerra Mundial sonaba ya sus cañones en el frente europeo.

Para dar más impulso a la investigación militar del aire y sus máquinas, el 3 de marzo de 1915 fue fundado el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA), con doce miembros en su comité de dirección. El 23 de abril, el brigadier Scriven fue elegido su presidente, cargo que desempeñó hasta fines de 1916. Durante su gestión, promovió la necesidad de establecer un laboratorio de investigación en el condado de Elizabeth City (Hampton, Virginia). Surgía así el Langley Aeronautical Laboratory, inaugurado el 11 de junio de 1920. De esa manera comenzaba el lento camino para llegar a la fundación de la agencia de exploración que, desde julio de 1958, es conocida como Administración Nacional del Aire y del Espacio (NASA).

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El brigadier Scriven falleció en la capital estadounidense, el 7 de marzo de 1940, más de año y medio antes de que los Estados Unidos ingresaran a la Segunda Guerra Mundial. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de la Academia Militar de West Point.

Gran parte de sus documentos personales, fotografías y apuntes hechos en diversas partes del mundo en donde prestó servicios militares se custodian en la sección especial de la biblioteca de la Duke University (Durham, Carolina del Norte, EE.UU.), donde algunos esos registros han sido digitalizados y subidos a Internet.

Desde el 27 de agosto de 2013, su casa en Dupont Circle (Washington D. C.), en el número 1300 de la esquina de la avenida New Hampshire y la calle N, es parte del listado de edificaciones históricas protegidas de la capital de Estados Unidos. Fue construida en 1884, remodelada en 1901 y vendida a sus actuales propietarios en 1928.

PARA SABER MÁS

-HANSEN, James R. Engineer in charge. A History of Langley Aeronautical Laboratory, 1917-1958 (Washington D. C., NASA Scientific and Technical Information Office, 1987).