Óscar Alfaro inauguró el pasado 30 de mayo su primera exposición de dibujos, basados en fotografías espontáneas que ha hecho a personas trabajadoras del Mercado Central y La Tiendona.
La muestra de ilustraciones está inspirada en la vida cotidiana de los mercados, un homenaje a su madre y al esfuerzo de quienes trabajan en estos espacios de comercio día a día. Al observar las 20 piezas expuestas, se percibe una visión contemplativa, que retrata momentos que cautivan al artista o lo que le llama la atención de los comerciantes.
Según el creador, la serie pretende reconocer a todas las personas retratadas como "Very Important People" (VIP), término que, según la RAE, alude a quienes reciben un trato especial por su fama y relevancia social. Para Óscar y su familia —quienes han salido adelante a través del negocio-cafetería "El Roble"— las personas involucradas en este rubro laboral son importantes, porque sin ellas el acceso al sustento básico sería aún más difícil. "Sin este trabajo no habría podido pagar mis estudios de arte", recalcó.
Los dibujos pretenden ser una reinterpretación que busca visibilizar y dignificar el rol de quienes trabajan en los mercados. "Es una reflexión sobre lo esencial que son estos trabajadores para el abastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad", subrayó. "Los comerciantes no tiran la toalla, pese a lo complicadas que son las jornadas laborales en el mercado: las condiciones, la estigmatización, la alimentación... Que, pese a vender insumos y tener ingredientes a la mano, comen lo que es accesible, y no siempre es saludable. Hay muchas cosas más que he observado", añadió.
En la actualidad, luego de muchos años comprándoles, el artista y su familia tienen una relación cercana con los vendedores. "Así que empecé con el celular a hacer fotos, sin saber qué iba a pasar o qué iba a hacer."
Los dibujos, elaborados en papel opalina con lápiz, plumones y colores, son una invitación a mirar la cotidianidad con otros ojos, a reconocer el valor de los eslabones invisibles del trabajo. Al exponerlos fuera de una galería, Alfaro también busca convertir cualquier rincón en una posibilidad para el arte.

Desde hace tres años, él ha trabajado en esta muestra sin saber a dónde la exhibiría. Cuando se inició el proyecto de habilitar otro espacio dentro del negocio familiar para comodidad de los clientes, el artista vio la posibilidad de convertirlo también en galería, donde espera que más artistas —incluso de renombre— puedan dialogar con más amantes del arte en este espacio alternativo.
Para Alfaro, quien además de trabajar en su obra seleccionó las mejores piezas y realizó junto a su pareja el montaje y la publicidad del evento, ve en esta exposición una oportunidad de sumar espacios al arte y crear alianzas que dinamicen la actividad cultural de la comunidad. En el marco de la exposición, surgió la idea de realizar un pequeño circuito junto a la cafetería El Roble y La Galera Teatro.
La dinámica consistió en que, al finalizar la inauguración —donde los asistentes pudieron degustar antojitos— se caminó en grupo hacia La Galera. Durante el recorrido, los asistentes debían estar pendientes de encontrar sobres ocultos, dentro de los cuales había promociones o descuentos de consumo para la cocina de La Galera Teatro. Al llegar, disfrutaron de una presentación de arte circense.
"Esta zona (refiriéndose a la San Luis, colonia Centroamérica, El Roble) es conocida por anteriores proyectos culturales y es un punto medio entre lo que pasa artísticamente en el centro de San Salvador y en La Escalón o San Benito. Por eso esperamos continuar con las actividades", expresó.
La cafetería El Roble se encuentra en la colonia del mismo nombre, sobre la avenida B, calle 4. Este negocio es frecuentado por trabajadores de la zona, oficinistas, estudiantes y familias, ya que aún es una zona de residencias familiares.
El Roble ofrece desayunos y almuerzos, y los jueves y viernes antojitos a partir de las dos de la tarde. Esa es una hora que recomienda Alfaro para poder degustar un café, un atol y bocadillos mientras se aprecian las piezas, las cuales también están a la venta.
La descentralización del arte hacia espacios cotidianos es necesaria: convierte a la ciudad en una galería viva, aporta al acceso democrático a la cultura y también reconoce la riqueza de lo cotidiano y dinamiza la economía de los espacios, beneficios de la cual los creativos se nutren para sus proyectos.
Óscar Alfaro es escultor, formado en el Centro Nacional de Artes. También fue alumno del maestro escultor y arquitecto Rubén Martínez Bulnes. Tiene una especialización en hierro forjado y fundición a la cera perdida.
El artista ha participado en varias muestras colectivas en El Salvador y Honduras, lo que le ha permitido llevar su arte también a Quelepa, Metapán, San Salvador y Jalisco, México. Para él, regresar al dibujo y dar el siguiente paso hacia la pintura es volver al origen que lo inspiró a incursionar en la escultura.
