Universitarios, bajo la sombra del acoso físico y cibernético

“Que el miedo no te calle. La violencia no te hace más hombre” fue el lema en doble vía de un foro denominado “contra la violencia sexual en el campus” organizado el martes por la Fiscalía General de la República con la participación de al menos 300 estudiantes de varias casas de estudios superiores del país.

Al lema que llevaban los jóvenes ataviados con camisetas azules, el fiscal general Raúl Melara citó las 1,067 condenas que los tribunales han impuesto por feminicidios, delitos sexuales y otras formas de violencia contra las mujeres en el período del 1 de enero al 31 de octubre.

Melara les dijo a los jóvenes que “hemos nacido y crecido en una cultura que ha facilitado la violencia contra los niños, las mujeres y los más vulnerables”.

“Como Fiscalía no podemos quedarnos callados, es importante visibilizar este problema y decirle al país que la violencia no debe ser tolerada, la violencia no debe ser solapada, la violencia no debe ser disfrazada y todos debemos colaborar para decir un basta ya”.

Esas fueron las palabras de inauguración del fiscal general en el foro en el que se abordaron temas de acoso sexual, acoso cibernético, protocolo de acción urgente para personas desaparecidas y atención integral a víctimas.

Una de las panelistas fue Ana Gabriela Sagastume, fiscal de la Unidad de la Niñez y la Mujer de la fiscalía, ella se refirió a los casos de acoso sexual que sufren por lo regular las universitarias.

En el foro una de las presentes preguntó: ¿es acoso sexual cuando el docente habla con malicia con miraditas o con gestos y el tocamiento?

Sagastume ayudó a identificar desde el momento que comienza el acoso y citó como ejemplo cuando el agresor se acerca a su víctima, le habla al oído, modula su tono, mira de forma indecorosa a la persona y llega al manoseo.

Quien se halle ofendida por este tipo de comportamiento puede denunciarlo ante la Fiscalía o ante la unidad de género de las universidades, explicó Sagastume.

Uno de los últimos casos en que las universitarias se han visto afectadas, ha sido el de dos jóvenes de la UES que aseguran haber sido acosadas sexualmente por su profesor, Ricardo Mendoza, quien al denunciarlo, las demandó ante el Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador por difamación y calumnias.

Las jóvenes demandadas ( Lissania y Yamileth) pertenecen a una Asociación de Defensa de Derechos Humanos quienes han denunciado al catedrático públicamente como abusador, acosador y violador.

El profesor de Arte y Cultura en su defensa respondió que quienes lo han difamado han buscado su despido de la Universidad y de esa manera acabar con su profesión.

Por esa razón, el catedrático dijo que las demandó y les exigió $100,000 por los daños ocasionados a su imagen, y aunque las alumnas tuvieron la posibilidad de llegar a un acuerdo conciliatorio, no lo hicieron y decidieron que el proceso judicial siga su curso, donde ellas esperan demostrar con pruebas que al contrario son víctimas del profesor.

La abogada Bertha de León manifestó que sus defendidas no conciliaron porque dicha demanda ha sido en respuesta a las acusaciones que ellas han hecho ante la Fiscalía contra el profesor.

Protección a víctimas

Los universitarios también preguntaron sobre la protección de las víctima por acoso sexual y si la penalidad de tres a cinco años garantiza que cuando el imputado salga libre, no reincidirá y aumentará más su daño como represalia.

Sagastume manifestó que existe el régimen de protección a testigos, que entre otras medidas no revelar la identidad de la denunciantes, y se puede solicitar medidas extraordinarias ante la Unidad Técnica Ejecutiva del Sector Justicia (UTE), para mayor seguridad de la víctima. Otra posibilidad es que las víctimas declaren en una cámara Gassel y además fortalecer a las mujeres para denunciar, en el que se le dan herramientas psicológicas para que puedan seguir el proceso y no desistir.

Ciberacoso

Pero aparte del acoso físico y presencial está el acoso sexual en las redes sociales en el ciberespacio que con los avances tecnológicos, son delitos que van a la alza, sostiene la Fiscalía.

Con frecuencia se conocen casos en que el novio o compañero de vida se da a la tarea de subir fotos íntimas de su pareja a las redes sociales y en algunos casos, primero median las amenaza de hacerlo, si no accede a sus pretensiones.

Según la panelista Nayelly Loya, cada foto o texto que se sube a la Internet deja una huella y un registro con el cual se llega al autor. Como primer medida la víctima puede bloquear al acosador pero no debe borrar la evidencia.

“Lo que se debe hacer de inmediato es tomar las capturas de pantalla y copiar la URL o el sitio donde se expone el mensaje, que forma parte del IP (dirección o número que identifica cada conexión a internet de un equipo), mediante el cual se puede localizar una cuenta”, explicó la especialista.

El siguiente paso es identificar el lugar donde está la evidencia: en el celular, en la computadora, la tablet u otro dispositivo, además determinar si está en cuenta de WhatsApp, Facebook, Twitter; además establecer el momento, el segundo exacto que se recibió el mensaje o donde lo replicaron.

“Toda la información está en un servidor y las autoridades coordinan para ubicar el país donde está ese servidor, se tiene que activar la cooperación internacional, si la Fiscalía y Policía no conocen el mecanismo, no hay forma de denunciar”, explicó la experta.

“Cuántas imágenes de texto se suben al día a Facebook, Twitter, WhatsApp, la inquietud en esto es si estas empresas tienen la capacidad de almacenar todos los mensajes que envían, no, se borra la información. Eso implica no perder tiempo y denunciar inmediatamente”.

Cuando alguien acosa a una persona en redes sociales , no es solo el autor, son todos los que dan retuit o le dan “like”, éstos también se convierten en acosadores porque no es neutral la participación de las personas en redes sociales, dice la especialista.

“El retuitear o el like me define como persona, obviamente la denuncia no va contra todos y hay que irlos a buscar, hay forma de identificarlos porque todo lo que se haga en Internet hay como identificarlo. Todo lo que se hace con un telefóno se puede localizar, qué hicieron, con quienes se vieron, con quienes se comunicaron, su computadora, su tablet o su televisor inteligente da cuenta de lo que se hace y somos en el Internet, todo deja una huella y se sigue y se puede llegar a las personas que acosan”.

Así la próxima vez que de “like” o retuit, piénsenlo, porque los like y los “rt” los define como persona en el ciberespacio.