La misa de Cristo (Christmas) no siempre ha sido celebrada libremente ni en la iglesia, ni en el Gobierno, ni entre la población. En los días de antaño, por ejemplo, se dice que el rey Arturo y su corte era el primer gobierno de Inglaterra y este rey y su corte defendió la Cristiandad en la temporada navideña con dificultades morales y peligros para la vida misma. Además, los encuentros continuos entre las viejas religiones del bosque en Inglaterra y lo que era la nueva religión de Cristo conformaron el tema de la poesía, que, en aquellos tiempos, funcionó como una especie de medio social para enseñar a los oyentes. Porque los poemas fueron hablados y medio-cantados a grupos de oyentes por un poeta en la corte o en el mercado.
Tomamos el ejemplo de un poema famoso de finales del siglo XIV en Inglaterra, tiempos tan turbulentos como los nuestros. Habían conflictos pasionales y políticos en la corte que sirvió como gobierno. El rey Ricardo II, un niño de un poco más de 15 años de edad, estaba en el trono. Geoffrey Chaucer era el poeta de la corte par excellence. Los pleitos entre facciones en este gobierno abundaban y, en 1381 había una insurrección de los campesinos que se opusieron a unos nuevos impuestos, una insurrección bien remembrada en la historia de esta isla—una nación todavía en formación.
El fraccionalismo no es un fenómeno nuevo en la política ni en la religión. Así las cosas, aunque Geoffrey Chaucer era el poeta quien leyó sus poemas a los jóvenes de la corte de Ricardo II, había otros poetas quienes tomaron parte en otras facciones y revueltas políticas. Había, por ejemplo, un tal William Langland, quien escribió un poema de unas 500 páginas con el nombre La visión del Pedro el Labrador en que otro poeta dibujó visiones de la búsqueda para la verdad real y social de la situación inglesa con tintes del pensamiento social y religioso de John Wyclif, un protestante avante la lettre. También había otro poeta cortés, de un estilo fino y elegante, quien se identificó con otra facción política de la corte, quien escribió—por razones obvias—en el anonimato, y fuera de la corte (es decir, fuera del gobierno).
Es este último poeta, obviamente de alta alcurnia (evidenciado por su estilo retórico) con quien vamos estar ocupados hoy. Es un poema no de la corte del rey Ricardo, sino de la región de Inglaterra denominada “The Midlands” (literalmente en medio de Inglaterra, geográficamente hablando) de la isla, cerca de donde los Vikingos habían ocupado una parte grande de tierra, elegido un rey, el monarca danés de nombre Cnut, y cobraban la renta a la población inglesa. Los daneses y el rey Cnut extorsionaron pagos de intercambio para no hacer redadas sangrientas contra los ingleses. Este territorio estaba al este de la costa y la renta extorsionada se llamaba “The Danelaw”, o sea, la ley de los daneses para no matar y robar en la parte inglesa si pagaban lo suficiente.