“Siempre he sido un soñador; desde que tengo memoria soy de las personas que cree que si uno quiere hacer algo lo puede hacer”. Con esa visión Leonardo Alvarado Bonilla, un joven originario de Zacatecoluca, departamento de la Paz, ha llegado hasta Alemania, en donde se forja como investigador y hace historia en el mundo de la Física Atmosférica.
La Física de la atmósfera es una rama de esta ciencia en la que se estudian los fenómenos que ocurren precisamente en la atmósfera terrestre.
Leonardo, quien tiene 33 años, es graduado de la Licenciatura en Física de la Universidad de El Salvador (UES) en 2011, a lo que ya sumó un doctorado en Ciencias Naturales enfocado en Física Atmosférica, de la Universidad de Bremen, institución en la que ahora cursa un posdoctorado.
“La Universidad de Bremen es una de las muy buenas en Ciencias Naturales y muchas otras áreas, pero en Biología Marina y en lo que es Física Ambiental a nivel mundial es top”, explicó.
En esa universidad el doctor Alvarado Bonilla forma parte del equipo de investigación del Instituto Medioambiental de Física, del Departamento de Física y Química Atmosférica, grupo DOAS, de la Facultad de Física e Ingeniería.
Ahí, bajo la guía de investigadores líderes en ese campo, tal es el caso del doctor John P. Burrows y el doctor Andreas Richter, trabaja actualmente en desarrollar algoritmos (operaciones sistemáticas que permiten hacer cálculos y soluciones) para que el satélite geoestacionario Sentinel-4, del programa europeo Copernicus, pueda medir el dióxido de nitrógeno y el glioxal (compuesto orgánico volátil intermedio) cuando estos llegan a la atmósfera.
El físico atmosférico precisó que el Sentinel-4 está por ser lanzado al espacio, y una vez esté operando con estas instrucciones que le serán programadas, se podrá conocer en tiempo real los niveles de contaminación de estos compuestos en la atmósfera.
Una promesa, una pasión
Contrario a lo que cualquier salvadoreño puede pensar al conocer sus logros, el viroleño no estudió en instituciones de enseñanza privada; sino que la educación básica y media las cursó en centros públicos: la Escuela Mixta Metropolitana Profesor Saúl Flores y el Instituto Nacional José Simeón Cañas, respectivamente. En este último se graduó de bachiller general en 2003.
Durante la educación básica, exceptuando el primer grado, siempre se ubicó entre los primeros lugares de su clase. Precisó que fue una promesa que hizo a su madre luego de que lo riñó porque siendo hijo de dos maestros no se había esforzado lo suficiente en su primer año de escuela.
El doctor Alvarado Bonilla estudió el bachillerato con apoyo de una beca de Fepade, y cuando se graduó el promedio que tuvo en la mayoría de asignaturas fue de 10, exceptuando Lenguaje y Literatura en donde alcanzó 9.
“A mí siempre me fascinaron las matemáticas desde que estaba en educación básica”, afirmó el joven.