Gino González Cruz, de 54 años de dad, ha dividido más de la mitad de su vida entre la venta de frutas y artículos para carros y su pasión por ayudar al prójimo. Foto EDH/ Menly Cortez
Gino ofrece su servicio como socorrista de Cruz Verde en la seccional de Santa Anita durante las noches.
Gino llama la atención de los conductores en el semáforo ubicado entre la calle a San Marcos y la Calle Modelo ofreciendoles “Mango, agua helada, gaseosas, jugo…”.
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Los automovilistas aprovechando la luz roja del semáforo, y Gino rápidamente se acerca a los conductores para ofrecerles no solo frutas y bebidas, sino también aromatizantes para sus vehículos y otros artículos de limpieza.
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Desde 1990 Gino junto a su esposa, Juana Cosme, venden en el mismo lugar. Con las ganancias generadas han logrado darle sustento y educación a sus dos hijos, ambos ya están acompañados.
Gino junto a su esposa comienzan su jornada a eso de las 10 de la mañana, ellos aseguran que no tienen una hora fija para retirarse de su punto de venta.
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A pesar de que la venta es su forma de llevar sustento a su hogar, la verdadera pasión de este salvadoreño es ayudar y salvar la vida de los demás.
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Todos los lunes y viernes a eso de las 6:00 de la tarde Gino deja la venta y se dirige a la seccional de la Cruz Verde en el barrio Santa Anita.
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Gino comentó que en Cruz Verde tiene dos años, antes estuvo en otros cuerpos de socorro, como el cuerpo de camilleros y también ha prestado servicio en los guarda vidas. Foto EDH/ cortesía
El espíritu altruista de Gino salió a la luz para el terremoto del 10 de octubre de 1986. Foto EDH/ cortesía
La esposa, hijos y nietas de Gino se sienten orgullosos de la labor y espíritu altruista del socorrista, que a diario se sobrepone a los peligros de las calles. Foto EDH/ cortesía
