Ante la situación que vive Guatemala, por un presupuesto de $12,800 millones que priorizaba el desarrollo de infraestructura frente a problemas de pobreza, salud y educación, organismos y expertos internacionales opinan que en el vecino país existe más movilización hacia los abusos de poder y corrupción, que en El Salvador se manifiesta en redes sociales.
Roberto Rubio, director ejecutivo de la Fundación Nacional para El Desarrollo (Funde), expone que el sistema guatemalteco no tiene partidos políticos que sirvan de “respiradero” debido a que el Ejecutivo y el Congreso han estado al mismo nivel.
“La causa de esta situación de ‘ya basta’ de la manifestación en la calle de la ciudadanía, es por el descontento con los gobiernos. Lo que vemos son manifestaciones ciudadanas de calle, fuertes, masivas, que acá todavía están el plano de redes sociales”, opina Rubio.
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La situación de Guatemala, dice Rubio, es similar a la de El Salvador, donde también hay corrupción en el gobierno y situación de abusos de poder.
“Son manifestaciones legítimas de un hartazgo por los niveles de intolerancia, de abusos, de manejar el presupuesto en favor del enriquecimiento y la manipulación del dinero de la gente, de intereses particulares”, señala Rubio.
Añade que el país, al agotarse el ‘respiradero’ que para muchas personas es el partido Nuevas Ideas, puede darse un hartazgo que ya no sea de redes sociales, y pase a un descontento social más de calle, en la medida que se vea un deterioro de lo que la gente se imaginaba que es Nuevas Ideas y el presidente Nayib Bukele.
Napoleón Campos, experto en temas internacionales, sostiene que la situación de Guatemala es como “vernos en un espejo adelantado”, en donde se esperaba un detonante para la protesta social.
“La violencia ciudadana, destrucción de patrimonio, no es el camino, pero tampoco es el camino tolerar más corrupción. El hecho que en Guatemala haya sido el detonante un presupuesto amañado, sesgado y diseñado para que el próximo año roben y se aprovechen de los impuestos que paga el pueblo, es un llamado de atención a nosotros que estamos en circunstancias peores”, señala Campos.
Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana, sostiene que los sucesos de Guatemala mandan un mensaje a los gobernantes de la región para que hagan un manejo adecuado de los fondos públicos, “si no sucede eso, se deriva en descontento social y se desborda en actos mayores de desestabilización. Los políticos deben leer ese mensaje entre líneas de lo que pasó”, señala.