Búsqueda de adiestramiento, de secretos militares, de acceso a armamento y uniformes o conocer la operatividad de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional Civil son algunas razones por las que pandillas han infiltrado o intentado infiltrar a estas instituciones a lo largo de los últimos años.
En los últimos diez años, por ejemplo 1,187 pandilleros o colaboradores de esos grupos terroristas pretendieron ingresar en la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), publicó recientemente El Diario de Hoy.
Según las autoridades de ese centro de estudios policiales, como los descubrieron a tiempo, no fueron admitidos en el proceso de selección, aunque a 67 debieron expulsarlos ya siendo alumnos de la referida academia policial por comprobárseles que estaban ligados a esos grupos terroristas.
La Academia de Seguridad Pública informó a través de su Oficina de Acceso a la Información Pública, que los pandilleros o colaboradores descartados en el proceso de ingreso a la Academia corresponden a 14 convocatorias en la última década.
Un total de 9,167 aspirantes a ingresar a la Academia de esas convocatorias fueron investigados en ese mismo período, de los cuales esos 1,187 pertenecían a estas estructuras delictivas o tenían algún tipo de vínculo con ellas.
De igual manera, la Fuerza Armada detalló en julio anterior, que desde 2015 a junio de 2019, al menos 110 pandilleros lograron superar todos los filtros y convertirse en soldados hasta integrar la tropa antes de ser depurados, según publicaciones periodísticas.
Esto ha obligado a las autoridades castrenses a incrementar los filtros de selección de los futuros reclutas.
Ya antes, según informes del Ejército, de la Inspectoría General de la Policía y de la Academia Nacional de Seguridad Pública, entre 2010 y 2016 un total de 588 agentes o soldados fueron expulsados por pertenecer a las maras o por vínculos con las mismas: 529 del Ejército; 43 de la ANSP y 16 de la Policía Nacional Civil (PNC).
El 2015 fue el año en que fueron sacados más miembros de los cuerpos de seguridad con 298 mareros, seguido del 2014 con 101 delincuentes, y el 2016 con 74; los años restantes se mantienen entre los 16 y 56 expulsados.
En los últimos años decenas de policías han sido capturados por pertenecer o por colaborar con pandillas, por ejemplo: el 11 de septiembre de 2018, los agentes Evelio Balmore Rosales Melgar, destacado en San Salvador; y Nicolás Elenilson Guzmán Galdámez, del puesto de Cuisnahuat, Sonsonate fueron capturados acusados de organizaciones terroristas.
Las pandillas son, según la Policía, las responsables del 71 % de los homicidios y de una cantidad indeterminada de extorsiones que son cometidas en El Salvador.