Mujeres son propietarias en tres de cada diez empresas salvadoreñas

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestra un crecimiento de la incorporación de mujeres en la región como líderes de compañías. En El Salvador, tres de cada diez son dueñas de una empresa.

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Según el informe de la OIT, en El Salvador, aunque las mujeres tienen similar educación a los hombres, hay pocas en puestos gerenciales. Foto EDH/Archivo

Por Tania Urías

2020-01-03 8:50:16

Tres de cada diez propietarios de empresas en El Salvador son mujeres, según el estudio “Las mujeres empresarias en América Central”, publicado en diciembre por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que analiza, en un periodo de diez años, las oportunidades de las mujeres a nivel empresarial.

El informe analiza tres países y una ciudad, Costa Rica, El Salvador, Panamá y Chihuahua (México) e concluye que el grado de éxito de las mujeres como propietarias de empresas y como empleadoras puede ser determinado por el tamaño de la compañía, los sectores económicos en los que operan, su nivel de educación y su experiencia profesional.

De acuerdo al estudio, los sectores de servicios, hoteles, restaurantes y los pequeños emprendimientos son los dominados por mujeres, así como las medianas y pequeñas empresas.

Belliny Sigüenza, copropietaria de los hoteles Villa Serena en San Salvador, es un ejemplo de ello. Ella fundó su primer hotel en 1995 y dice que aunque ahora se están abriendo espacios, todavía hay retos que superar.

“Ya se ven más mujeres dueñas de empresas, pero cuando se reúnen gremiales o juntas directivas, el predominio sigue siendo masculino, nos hace falta ganar más espacios”, citó la empresaria.

Ella asegura que uno de los obstáculos que enfrentó fue conseguir financiamiento, pero es más por el rubro al que está dedicada (turismo) que por el hecho de ser mujer.

Sin embargo recomienda que las mujeres, antes de lanzarse a crear un negocio, cualquiera que sea, si quieren crecer, deben estar claras sobre el tipo de empresa a poner, asesorarse sobre el plan de negocios y estar totalmente preparadas sobre el rubro elegido.

También señaló que las mujeres le ponen más pasión y tenacidad a la hora de emprender y si perseveran, no duda que se logra el éxito, aunque reconoció que sigue siendo un camino con más obstáculos para ellas que para los hombres.

Y así lo confirma el informe de la OIT. “Levantar una compañía puede suponer un desafío mayor para las mujeres que para los hombres”, cita el documento. Además, las que están en puestos de liderazgo o jefatura, también enfrentan más desafíos.

En el caso de El Salvador, el estudio señala que la mayor brecha de beneficios entre hombres y mujeres es en las empresas medianas, donde las mujeres ganan solo el 16.2 % de lo que ganan los hombres.

Además, en El Salvador, el estudio muestra que los hombres obtienen mayores beneficios que las mujeres en todos los sectores, excepto en la construcción y el suministro de electricidad, gas y agua. En este sector a las mujeres empleadoras no sólo les va mejor, sino que sus resultados son superiores.

En el caso de los empleadores salvadoreños, el informe concluye que la rentabilidad de los hombres es mayor que la de las mujeres.

Además, aunque la diferencia entre los años de escolaridad de las mujeres (6.7) y los hombres (6.9) es pequeña, los hombres tienen $235 dólares más de beneficios reales al mes que las mujeres.

La diferencia de beneficios puede explicarse, cita el estudio de la OIT, en parte por la disparidad en el promedio de horas de trabajo semanales, que es de 32.2 horas en los hombres y 25.6 horas en las mujeres.

Además, los hombres empleadores tienden a contratar más personal. En promedio los hombres tienen 3.7 empleados, mientras que las mujeres tienen 2.4.

Cabe señalar que la inmensa mayoría de los empleadores de El Salvador se encuentran en la economía informal, independientemente de su género. Seis de cada diez personas económicamente activas están en la economía informal, según datos de gremiales de empresarios.

En general, en El Salvador, independientemente del tamaño de la empresa, la rentabilidad de los hombres es mayor, salvo en las pequeñas empresas, donde las mujeres ganan, en promedio $420 dólares más al mes o unos beneficios aproximados, un 26.7 % superiores a los de los hombres en las pequeñas empresas.

Otro aspecto a destacar son los años de educación de los empleadores de El Salvador que siguen siendo bajos en comparación con los de otros países de Centroamérica.

Panorama regional
El informe de la OIT concluye que en América Central, la proporción de empresas propiedad de mujeres aumentó casi 60% entre 1991 y 2018.

El informe se basa en criterios como el tamaño de la empresa, actividad económica a la que se dedica y número de empleados.

El documento añade que los factores que impulsan a muchas mujeres a establecer su propia empresa son las precarias condiciones económicas, la falta de perspectivas de desarrollo profesional y la ausencia de empleos bien remunerados.

La OIT también detalla que la proporción de mujeres en el total de empleadores del mundo también ha aumentado de un 17.3 % en 1991 a más del 22 % en 2018.

En particular, se ha registrado un crecimiento sostenido en las empresas propiedad de mujeres en América Latina y el Caribe (del 13.9 % en 1991 al 24.5 % en 2018).

En el caso de América del Norte (del 26.5 % en 1991 al 33.7 % en 2018) y Asia y el Pacífico (del 15.4 % en 1991 al 20.2 % en 2018).

Según el informe, en algunos países ellas representan un pequeño porcentaje de quienes realizan actividades empresariales, mientras que en otros, dirigen casi la mitad de las empresas.

En el estudio, la OIT examina aspectos de las compañías dirigidas por mujeres relacionados con su rentabilidad frente a la de negocios gestionados por hombres.

Además evalúa el potencial de determinadas condiciones para contribuir al éxito de las mujeres empresarias y empleadoras e identifica los desafíos a los que se enfrentan las mujeres por el sesgo de género que encuentran en la sociedad .

Los datos reflejan la creciente presencia de las mujeres en la dirección de empresas a escala mundial, no sólo de microempresas y pequeñas empresas, sino también de medianas y grandes.

Los estudios por país también indican que las mujeres emprendedoras tenían un nivel de educación más alto que los hombres en Costa Rica, México (Chihuahua) y Panamá, y niveles similares en El Salvador.

No obstante, en los cuatro casos, el nivel de beneficios medios de las compañías dirigidas por mujeres era menor que aquellas dirigidas por hombres.

Por ejemplo, en Panamá los beneficios medios mensuales de los trabajadores por cuenta propia y de los empleadores son superiores en 78 % y 40 %, respectivamente, a los de las mujeres.

La diferencia en los beneficios entre los emprendedores hombres y mujeres es más alta a medida que se asciende en la distribución de los ingresos.

Otro aspecto destacado en el documento de la OIT , en el caso de Costa Rica, es que mientras más experiencia adquieren las mujeres en la administración de una empresa, mejores resultados obtienen.

Los datos indican que, si bien en el caso de las empresas emergentes (hasta nueve años de funcionamiento) son más rentables cuando están dirigidas por hombres, este no es el caso de las empresas asentadas administradas por mujeres con un mayor nivel de instrucción.

Estas empresas pueden ser tan o más rentables que las dirigidas por los hombres.
El informe insiste en la necesidad de políticas integrales dirigidas a incentivar la iniciativa empresarial de las mujeres, basadas en oportunidades para que las empresas sean exitosas, en vez que en una estrategia básica de supervivencia.

Mejorar la calidad, la cobertura y el acceso a la educación, así como el desarrollo de competencias podría aumentar de manera significativa la probabilidad de que las mujeres sean empleadoras exitosas.

“El papel de las mujeres como propietarias de empresas es fundamental desde un punto de vista económico y social, puesto que generan nuevas oportunidades de negocio y empleo, contribuyen a los ingresos y reinvierten en sus familias y comunidades.En todo el mundo, las mujeres están creando empresas a mayor ritmo que los hombres y contribuyendo así de manera significativa al crecimiento económico”, concluye el documento.