Migración, violencia y corrupción, lo que Bukele no abordó en la ONU

En su primera intervención, el mandatario retó a la ONU a comunicarse mejor, pero no mencionó los principales problemas del país. Analistas consultados opinan que Bukele perdió la oportunidad de exponer los temas de país a la comunidad internacional.

Discurso de Nayib Bukele en la 74 edición de las Naciones Unidas.

Por Ricardo Avelar

2019-09-27 6:25:25

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una importante oportunidad para que los presidentes o jefes de Estado de naciones de todos los tamaños expongan, ante sus pares de todo el globo, las principales problemáticas de sus países. Esto con el fin de posicionar sus inquietudes en el debate mundial y buscar apoyos, soluciones y respaldo.

Por ello, la primera vez que un mandatario se acerca a la ONU no es poca cosa. Esta ocasión puede verse como una forma de exponer a sus homólogos el diagnóstico de su país y sentar las bases de cómo planea abordar estos problemas en conjunto y qué tipo de asistencia solicitará, si es el caso.

Esto es lo que no hizo el presidente Nayib Bukele en su primera Asamblea General. Durante poco menos de 16 minutos, el presidente salvadoreño dio un discurso fuera de lo común, algo que corresponde a su estilo de alocuciones: el esfuerzo por desmarcarse de lo usual.

A solo cuarenta segundos de haber subido al podio, Bukele abandonó el protocolo usual, sacó su celular y se tomó un selfie, que luego utilizó para ilustrar que esa fotografía tendría más interacciones que la totalidad de los discursos de esa sesión en las redes sociales.

Puede argüirse que es un mensaje válido, relevante si se está hablando de las nuevas formas de comunicación, pero en este privilegiado escaparate y considerando las necesidades de El Salvador, cada minuto cuenta.

LO QUE DIJO EN LA ONU

Crítica a la ONU

El presidente Nayib Bukele habló sobre la importancia de renovar la forma de hacer y comunicar la política y actualizar a la ONU y calificó de “obsoleto” el formato de la Asamblea General.

 

NO

Temas de país

El presidente no sentó su posición ante los principales problemas globales o las necesidades más apremiantes de El Salvador, como la violencia, la migración o el combate a la corrupción.

 

A juicio de la abogada Erika Saldaña, “la revolución digital y comunicacional de la que habló son herramientas importantes de comunicación, pero se necesita mucho más que la comunicación para resolver problemas que están afectando hoy a los países centroamericanos”.

Entre estos problemas, añadió la abogada, se encuentran “la migración forzada por la violencia, la pobreza y el escaso desarrollo económico” y a nivel mundial añade la crisis climática. Esta oportunidad, sin embargo, “no se aprovechó”, sentenció Saldaña.

Por su parte, Claudia Ortiz, coordinadora del programa de Ciudadanía y Desarrollo de Funde, afirmó que si bien el discurso presentó una fotografía adecuada de las sociedades actuales, era fundamental colocar temas como la migración o el cambio climático.

Eduardo Escobar, Director Ejecutivo de Acción Ciudadana, ve con buenos ojos que el presidente haya dado un mensaje general sobre las nuevas formas de hacer y comunicar la política, pero espera que esto permee en cómo su administración busca solucionar los grandes problemas del país.

El presidente Bukele interrumpió su discurso, al inicio, para tomarse una selfie. Foto EDH/ AFP

¿Qué es lo que no dijo?

En vista de la importante plataforma que es la Asamblea General de la ONU y de los problemas que tiene El Salvador, al evaluar uno de estos discursos puede ser tanto o más importante lo que un presidente no dice que sus mismas palabras.

La oportunidad de hablarle a grandes líderes globales, Erika Saldaña afirmó a El Diario de Hoy que Bukele “debió aprovechar la oportunidad para concretar su propuesta de combate a la corrupción ante la ONU y solicitar el respaldo de este organismo; además, en la defensa de los derechos de los migrantes nacionales y los que tengan que pasar por El Salvador de acuerdo al reciente acuerdo firmado. Y, por último, los esfuerzos que está haciendo El Salvador para combatir la crisis climática”.

En efecto, para nadie es sorpresa que El Salvador no está viendo sus mejores días y el diagnóstico de Saldaña coincide con las principales cifras de la realidad nacional.

La Asamblea General de la ONU

¿Por qué dan un discurso los presidentes de los estados miembros de la ONU?

De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas la Asamblea General es uno de los órganos principales de las Naciones Unidas, el único en el que todos los Estados Miembros (193 en la actualidad) están representados, cada uno con un voto.

En este foro se debaten cuestiones de interés mundial, como el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, el cambio climático, la igualdad de género, etc.

Cada año en septiembre, se celebra un debate general en la sede de la organización en Nueva York en el que participan mandatarios provenientes de todo el mundo. Este acto da inicio al nuevo período de sesiones de la Asamblea General.

 

Pese a notables disminuciones en la tasa de homicidios, el fenómeno de la violencia sigue siendo el principal problema para cientos de miles de familias, especialmente quienes viven en las zonas más vulnerables y para quienes esta amenaza se ha normalizado.

De acuerdo a datos de la PNC, hay un promedio de 8 homicidios diarios en el país en lo que va del año. En el mes de septiembre, el promedio se reduce a 4.9 muertes violentas diarias, lo cual supone una caída, pero sigue siendo un número considerable, pues si se mantiene la tendencia el mes cerraría con 147 crímenes fatales.

Eso, sin considerar que la violencia en el país no solo se circunscribe a los homicidios. En julio del presente año, por ejemplo, el fiscal general Raúl Melara confirmó que en El Salvador hay ocho desparecidos cada día. Las extorsiones siguen afectando a miles de negocios de todo nivel a lo largo del país y la amenaza territorial de las pandillas ha generado un fenómeno de desplazamiento certificado por instituciones como las mismas Naciones Unidas.

Más allá del fenómeno de la violencia, El Salvador también está enfrentando una difícil situación económica, tras varios años de un raquítico crecimiento, lo cual se traduce en una pobre generación de empleos y oportunidades.

Si bien el gobierno actual está haciendo los esfuerzos que no hicieron las dos administraciones anteriores por mejorar el clima de negocios y la relación con los empresarios, las dificultades económicas siguen afectando al país y colocando en vulnerabilidad a gran parte de la población.

Finalmente, en El Salvador sigue habiendo una debilidad institucional significativa. Oficinas de gobierno llenas de personas no idóneas, instituciones incapaces de solucionar los problemas principales de la población y falta de capacidad de maniobra por los pocos recursos evitan que el Estado no se convierta en un trampolín para que la gente salga de sus crisis más apremiantes.

A esto hay que sumar el fenómeno de la corrupción, es decir el desvío de recursos públicos para beneficios particulares, así como el tráfico de influencias. Esto desnaturaliza las instituciones y parte el patrimonio del Estado, supuestamente al servicio de todos los ciudadanos, se ha vuelto la caja chica de quienes ostentan el poder.

Este último tema ha sido además una de las banderas del mandatario actual, quien ofreció como una de las principales promesas de campaña una comisión internacional contra la impunidad (CICIES) y dedica significativos esfuerzos a prometer combatir este fenómeno.