Las pymes de la región enfrentan obstáculos para exportar

Entre los obstáculos están el acceso restringido a créditos y además les falta recurso humano con mayor preparación.

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El Salvador ha tenido como socio principal a Estados Unidos, pero Centroamérica es para 2020, un mercado clave. Foto EDH / Archivo.

Por Jessica Guzmán

2019-08-12 4:46:30

El surgimiento de las pequeñas y medianas empresas, mejor conocidas como pymes, en Latinoamérica en los últimos años es notoria y sustancial en la economía de los países de la región.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) las pymes constituyen alrededor del 90% de las empresas en un país de América Latina y el Caribe.

Además emplean la mayor parte de la fuerza laboral, cerca del 70%, y tienden a crear una gran porción de los nuevos empleos, a pesar de tener una elevada mortandad, el efecto neto tiende a ser positivo.

Sin embargo, las pymes en la región presentan un bajo nivel de internalización, en comparación con sus pares de países desarrollados u otras economías emergentes, o incluso con respecto a empresas grandes en su mismo sector y país.

“Las pequeñas y medianas empresas son una parte fundamental de una economía dinámica y saludable. Su incremento y crecimiento aumentan la competencia y fortalecen el ecosistema emprendedor, impactando positiva y significativamente en la innovación y la productividad agregada”, detalla el análisis de Lucas Figal y Alessandro Maffioli, “Las Pymes y el desafío de exportar”.

En el informe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, Cepal, “El desempeño de las empresas exportadoras según su tamaño”, el aporte de las pymes al valor de las exportaciones fue relativamente bajo: inferior al 5% en el promedio del periodo.

Resultado que, según el informe, se observó en todos los países y todos los años y es similar a varias estimaciones nacionales de pymes exportadoras.

Existe abundante evidencia que demuestra que los países de América Latina y el Caribe se encuentran rezagados respecto a países desarrollados, debido a la brecha en productividad. Para las economías de la región es clave mejorar la productividad, y la expansión de las exportaciones puede ayudar.

En primer lugar, el comercio internacional genera una reasignación de recursos de empresas y sectores menos productivos a aquellos más productivos. En segundo lugar, al exportar las empresas aprenden (learning-by-exporting) e innovan, lo que se traduce en ganancias de eficiencia significativas.

Por último, el comercio internacional afecta los incentivos para la inversión en actividades que promueven la difusión tecnológica y generan efectos derrame de conocimiento internacional.

La Cepal detalla que la participación de las pymes en la región es muy baja comparado con la observada en los países desarrollados.

“En la Unión Europea, el 52% de las exportaciones lo realizaban las empresas de menos de 249 trabajadores, y el 21% lo realizaban empresas con menos de 49 trabajadores en 2015 (OMC, 2016). En la República de Corea, el aporte de las pymes al valor de las exportaciones fue de 20% en el mismo año ”, según el informe.

El aporte de las pymes exportadoras o pymex al total de empresas exportadoras fue elevado (más del 85%) pero fue bajo en valor exportado (5%).

Pero exportaron al 45% del total de destinos con productos que representaron más de la mitad del número total de productos exportados de cada país, en promedio (56%).

Obstáculos para las pymes

Sin embargo, este tipo de empresas enfrentan múltiples obstáculos cuando intentan entrar en mercados externos. Tienen que contactar clientes en el exterior, identificar oportunidades de negocio, aprender sobre canales de distribución y procedimientos administrativos, entre otros aspectos.

Adicionalmente, las pymes en América Latina y el Caribe suelen enfrentar restricciones en diferentes áreas de negocio, principalmente el acceso a crédito, la intensidad de la innovación, capacidades (capital humano) y forma organizacional.

Las pymes en la región tienen un acceso limitado al crédito, debido a que las instituciones financieras usualmente no tienen la información necesaria para evaluar y monitorear sus proyectos.

Por otro lado, estas empresas tienden a carecer de capacidades, personal calificado y con experiencia, para el proceso de exportación: identificar, seleccionar y obtener información sobre mercados externos, diseñar e implementar estrategias de marketing y desarrollar contratos, entre otros.

Tienen escaso conocimiento sobre productos exportables y sobre los factores subyacentes que determinan la competitividad internacional (por ejemplo empaquetamiento, normas de calidad, estándares y más).

Las pymes también enfrentan otras barreras específicas a las actividades de exportación, como el lenguaje, papeleo, facturación y manejo de ventas.

Según la Cepal, la precariedad de las pymex se deriva en parte de que el 40% del total exporta solo un producto a un solo destino.

Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades u obstáculos, las pymex juegan un rol central en la innovación exportadora con la venta de nuevos productos o a nuevos destinos.