Funcionaria EE.UU. advierte de “diplomacia de la deuda” china

La subsecretaria adjunta para asuntos hemisféricos de EE. UU. pidió a El Salvador cautela con la “diplomacia de la deuda” china con condiciones atractivas pero que son peligrosas.

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Julie Chung afirmó que como gobierno de EE. UU. respetan la soberanía del país para decidir sus nexos diplomáticos pero llama a estudiar con qué países hay más valores compartidos. Foto EDH / Cortesía USEMBASSY

Por Ricardo Avelar

2019-10-31 6:30:20

La subsecretaria adjunta para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Julie Chung, reiteró ayer que el gobierno de Estados Unidos se sintió decepcionado por la forma poco transparente en la que El Salvador abrió relaciones con la República Popular China en agosto de 2018.

Más aún, la diplomática pidió al gobierno de Nayib Bukele y a los salvadoreños preguntarse a qué tipo de países buscan permanecer más cercanos: “si a los países comprometidos con la democracia y el estado de derecho o a los países como China” que, como afirmó, no respetan las reglas del juego.

“China no es precisamente el estandarte de la lucha anticorrupción”, ilustró la funcionaria de la administración de Donald Trump.

En agosto de 2018, en una cadena nacional el entonces presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, anunció que El Salvador rompía relaciones con Taiwán y las abría con la República Popular China.

Esta decisión fue criticada por la forma inconsulta en que se dio y provocó la rápida reacción de líderes políticos estadounidenses como el senador republicano de Florida Marco Rubio, quien el mismo día que se dio a conocer la noticia pidió al presidente Trump cortar la ayuda al país.

Asimismo, la entonces embajadora americana en el país, Jean Manes, criticó la forma poco transparente en que se hizo el cambio de nexos diplomáticos y advirtió en múltiples ocasiones que China es un socio peligroso, especialmente para un país pequeño y con grandes necesidades financieras como El Salvador.

Por su parte, el ahora embajador estadounidense en el país, Ronald Johnson, dijo en marzo de este año cuando fue nominado para el cargo que presionaría para que el país volviera a reconocer a Taiwán, dando así la espalda a China. Sin embargo, desde su cargo actual no se ha ventilado esta presión y sus declaraciones se han limitado a advertir al país los riesgos del gigante asiático.

“Exhortamos a El Salvador a ejercer cautela con respecto a su involucramiento con China, de manera que evite las trampas diplomáticas y de deuda. Es vital buscar alianzas con un socio confiable”, tuiteó el 10 de octubre.

Postura del gobierno de Bukele sobre China aún es incierta

Sobre la continuidad de esta relación, el presidente Nayib Bukele ha mandado mensajes ambiguos. Cuando aún era presidente electo, en una presentación ante la Heritage Foundation en Washington DC, afirmó que “China no juega por las reglas, no respetan las reglas del comercio, hacen proyectos que no son viables y dejan a los países con enormes préstamos que no se pueden pagar” y dejó entrever que estudiaría la decisión de mantener el vínculo diplomático.

Sin embargo, un día antes de tomar posesión, sostuvo una reunión con el vicecanciller chino, Qin Gang, quien manifestó que el nuevo mandatario le dijo que “China representa al futuro y El Salvador necesita a China”.

Pese a no haber anunciado su decisión, Bukele dijo a finales de junio que “hoy por hoy tenemos relaciones diplomáticas con China, son plenas” y llamó a reconocer el estatus de este país en el mundo: “estamos hablando de la segunda potencia mundial y ya no solo económica, sino tecnológica”.

La semana pasada, la canciller Alexandra Hill participó en una conferencia telefónica con el tanque de pensamiento Atlantic Council de Estados Unidos. En esta, explicó que hay grandes países que sostienen relaciones diplomáticas con China y comerciales con Taiwán y que no ve por qué El Salvador no pueda seguir ese camino.

Al respecto, Chung aseguró que Estados Unidos respetará la soberanía que El Salvador tiene para establecer sus relaciones diplomáticas. Además, pidió rescatar todos los nexos posibles con Taiwán.

Sin embargo, matizó que el vínculo con China puede resultar atractivo por el dinero que ofrecen a los países, pero previno que estos aportes traen consigo condiciones complicadas para quienes los reciben. “Esta relación es como un dulce que luce delicioso pero que va a podrir tus dientes”, dijo.

Entre los riesgos que destacó está la “diplomacia de la deuda” que deja ahogados a países con grandes necesidades, los riesgos de seguridad nacional y espionaje, y un récord pobre de respeto a los derechos humanos.

También criticó la iniciativa “cinturón y ruta”, con la que el gobierno chino busca tener un corredor comercial alrededor del mundo por medio de agresivas inversiones. “El nombre de la iniciativa hace referencia a una sola ruta y no a muchas rutas de crecimiento porque el gobierno chino está pensando en una iniciativa que beneficia a un solo país”, denunció.

¿Abandono de Estados Unidos?

Al consultársele si la apuesta de China tiene que ver con una retirada paulatina de Estados Unidos en la región, la diplomática afirmó que su país sigue comprometido con la región buscando promover la prosperidad.

Sin embargo, esta administración ha hecho numerosas amenazas a diferentes países de retirar su apoyo si no se suman a sus iniciativas y requerimientos. El mismo jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, admitió que con Centroamérica hay una relación “quid-pro-quo”, es decir “dando y dando”.

Chung no considera que el vínculo con el país sea de ese tipo (ver nota aparte) y dejó entrever que es el gobierno chino el que en otros casos se ha conducido de esa manera, ofreciendo fondos atractivos, viajes para funcionarios y otros beneficios que, en ocasiones, constituyen una trampa.

Al respecto, ayer trascendió que 16 alcaldes visitarán China del 4 al 15 de noviembre. Según lo publicó en su Facebook Janet González, alcaldesa de Tepecoyo en La Libertad, los ediles son de diferentes partidos y visitarán autoridades de ese país, proyectos de infraestructura y culturales.

Esto, advirtió Chung, es parte de una estrategia de favores a cambio de reconocimiento y advirtió que puede terminar mal para el país.