Hospital Bloom atiende 50 niños por maltrato físico cada mes

La Asociación de Pediatría del país reveló la cantidad de casos vinculados a castigo físico atendidos en el hospital público.

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Foto EDH/Archivo

Por Evelia Hernández

2019-05-08 5:30:20

Los médicos del hospital Nacional Benjamín Bloom atienden entre 40 y 50 casos mensuales de niños que han sufrido agresiones físicas, que califican como lesiones no accidentadas, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Pediatría de El Salvador, Luis Castaneda.

Los niños atendidos presentan raspaduras, mordeduras, pellizcos, heridas (con armas corto punzantes), moretes, golpes, fracturas, lesiones cerebrales o quemaduras; en algunos casos hay daños irreversibles, explicó el doctor Castaneda, quien labora en el hospital Bloom.

“Estos 40 a 50 casos que vemos en Emergencia todos los meses son simplemente la punta del iceberg. Rara vez suelen ser eventos únicos, estos suelen ser eventos repetidos y escalados, y por lo tanto un riesgo cada vez más alto en la salud directa del niño y en la consecuencia emocional a largo plazo”, dijo Castaneda.

Los casos son reportados al área social del sanatorio, donde son investigados.

Además expuso que las huellas que deja el castigo físico no son tan graves como la lesión psicológica y emocional en el desarrollo del niño.

La lesión física ha producido muertes. Hay mamás que castigan a sus hijos no dándoles de cenar, eso es una lesión física directa. Señoras que no tienen quién cuide a los niños y los dejan amarrados, bajo llave en la casa; mientras ellas salen a hacer sus actividades, de esa forma los exponen a deshidratación”, describió el presidente de la asociación.

Las declaraciones de Castaneda fueron brindadas en el marco del conversatorio “Castigo Físico y Humillante: Una dimensión de la violencia contra la niñez y adolescencia”, en el cual participaron Mayra González, Fundación Silencio (Fundasil); Ruth Agreda, jueza especializada de la Niñez y Adolescencia de la Corte Suprema de Justicia y el pastor Mario Vega.

El evento fue organizado por el Comité para la Prohibición del Castigo Físico y Trato humillante.

La encuesta Nacional del Salud en 2016 reveló que en país el 52 % de las familias utilizan un método violento de crianza con sus hijos como forma de educación, lo cual traduce a muchos tipos de lesiones.

Para Mayra González, directora ejecutiva de Fundasil, la violencia intrafamiliar en los niños y adolescentes retrae el desarrollo social e intelectual, causa daño en el crecimiento y en la resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas).

“Hay imágenes (del cerebro) en donde un niño que esta afectado positivamente por sus padres y madres tiene un crecimiento increíble en sus conexiones neuronales, mientras que los niños que son afectados por la violencia, por el maltrato, el castigo, el enojo, la cólera sus cerebros son más pequeños”, expuso González, quien advirtió que el castigo físico repercute aún en la vida adulta de estos niños .

Los tres ponentes coincidieron en la importancia de modificar los patrones culturales en cuanto a la educación familiar positiva en el trato a la niñez y adolescencia; así como la importancia de trabajar de una manera integral a las familias.

“El objeto es promover la reforma de la Lepina (ley de niñez) y el Código Penal para que haya una prohibición absoluta y clara del castigo físico. Si bien las familias tienen el derecho a orientar y educar de la manera que ellos crean. Es importante que las familias sepan los límites que tenemos en la educación de nuestros hijos respecto a su cuerpo e identidad”, dijo Zaira Navas, directora Ejecutiva del Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia.

Una docena de instituciones que velan por los derechos de la niñez y la adolescencia recomiendan al Estado crear una ley que prohiba los castigos corporales de los menores de edad.

También piden la revisión del Código de Familia, en su artículo 204 y el artículo 38 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (Lepina) para tipificar como delitos, sin excepción, los castigos corporales.

“ El artículo 38 da una oportunidad y deja a discreción de la familia como va ejercer la disciplina. (El castigo físico) lo puede hacer de forma moderada (pero) esa palabra o esa frase deja la oportunidad de que el niño sea castigado físicamente. La propuesta elimina la frase y propone que los padres usen métodos alternativos”, explicó Ludin Caballero, directora de Operaciones de Programas de Save the Children.

Según Caballero, en la propuesta también se establece la necesidad de que las instituciones del Estado inviertan en la educación de las familias para que tengan acceso a programas de formación y que puedan aplicar la disciplina positiva.

Las organizaciones advierten que la agresión corporal es una práctica contraria a la dignidad humana y lejos de ayudar a la educación y disciplina resulta contraproducente , peligrosa y dañina para la salud de la niñez y adolescencia.

Durante el 2018, las Juntas de Vigilancia reportaron 10,030 presuntas amenazas y vulneración al derecho de la integridad personal.

Y la Fiscalía reportó 9,229 delitos y faltas cometidas contra las niñas, niños y adolescentes, estas cifras significan que cada cuatro a cinco horas se vulnera la integridad física y se atenta contra la vida de los niños y adolescentes.

El comité está conformado por: Save the Children, Educo, Conna, ISNA, Fundasil, Corte Suprema de Justicia, Ayuda en Acción, Aldeas Infantiles, World Visión, entre otras.