Un grupo de organizaciones sociales se organizó en el Comité para la Prohibición del Castigo Físico y Trato Humillante y pidió a la Asamblea Legislativa dar cumplimiento a las observaciones que han hecho a la Ley Lepina, en su artículo 38, y al Código de Familia.
Las 12 organizaciones y entidades de Gobierno, que forman el comité, conmemoraron, ayer, el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, que se realiza cada 25 de abril, para alzar la voz a favor de la niñez.
Las instituciones solicitan una reforma en el artículo 38 de la Ley Lepina, específicamente en el último inciso, donde explican que hay un vacío que puede permitir el castigo físico para los menores por parte de los padres.
Las organizaciones han creado documentos para ir introduciendo en el país, tanto en los hogares como en centros educativos, la Disciplina Positiva que es una nueva forma de corregir al niño, un modelo alternativo más efectivo para la crianza, la cual está basada en el respeto sin castigo físico ni otro tipo de violencia. En ese marco el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (Conna) brindó datos estadísticos de los casos de violencia contra la niñez que se han dado en el país, de los métodos que consideran los padres que son los correctos para corregir y educar.
Las juntas de Protección de la Niñez y Adolescencia del Conna recibe al año más de 15,000 casos de denuncias de los cuales, en el 2018, 10,030 fueron de presuntas amenazas y violaciones a la integridad personal (física, psicológica, moral cultural, emocional y verbal) del niño.
De los 15,000 casos hubo 12,284 casos de niños víctimas de violencia en sus hogares. Del total de casos , el 57.69% de los menores fueron violentados en su integridad personal por golpes, castigos y uso excesivo de la fuerza por parte de sus padres.
“Hay casos en que llegan hasta causarles lesiones, pero también los golpean en la cabeza con objetos contundentes, y que llegan incluso a generarles traumas en el transcurso de su vida”, dijo Zaira Navas, directora del Conna.
El 20% de las denuncias son contra la integridad sexual, 13.61% contra la integridad psicológica, entre estas el trato humillante.
“Esas palabras que hacen sentir mal a los niños, que afecta su identidad, que afectan su autoestima, que muchas veces marcan cómo se relacionan ellos con las demás personas, y que efectivamente muchos niños que sufren trato humilllante en sus casas pueden llegar a ser víctimas de bullying”, dijo Navas. El 8% de los casos son denuncias contra la integridad emocional de los menores, el 0.56% es contra la integridad moral y el 0.3% contra la integridad cultural.
“Queremos llamar a las familias salvadoreñas a sumarse al esfuerzo de la prohibición del castigo físico y el trato humillante. Hemos identificando un número de casos denunciados, pero son muchísimos más los casos que se producen en el seno de los hogares y los niños muchas veces llegan a los hospitales producto de golpes y trato excesivo por parte de los padres”, comentó Navas.