La Fiscalía General de la República (FGR), informó ayer en la tarde, en su cuenta de Twitter, que había recuperado cinco cadáveres más en las fosas clandestinas en el que trabajan desde marzo de este año, en un sector de la colonia Vista al Lago, en el municipio de Ilopango.
El terreno de donde ayer recuperaron los cinco cuerpos es el mismo donde fueron enterrados cuatro soldados que fueron privados de libertad el 10 de octubre de 2016, cuando por error abordaron un microbús de transporte público que iba a la colonia Vista al Lago.
Los cuatro soldados, todos originarios del occidente salvadoreño se dirigían a la Fuerza Aérea Salvadoreña, donde estaban participando en un curso militar para luego ser enviados a Malí, un país de África, como parte de las operaciones que la Fuerza Armada mantiene en aquella nación.
Los cadáveres de los cuatro militares fueron recuperados hace varios meses pero fue hasta hace pocos días que los restos fueron entregados a sus familiares, pues para estar seguros de que se trataba de ellos, fue necesario hacer pruebas genéticas.
Tras ser comprobado de que se trataba de los soldados Saúl Humberto Turbín Gómez, Wilfredo Pérez Flores, Nelson Omar Díaz López y Leonidas Enrique Morales Morán, sus restos fueron sepultados en Tacuba, Turín, El Refugio y San Antonio del Monte, de donde eran originarios.
Bajo control de la MS-13
La colonia Vista al Lago es controlada por la Mara Salvatrucha (MS-13), con predominancia de la clica Tecolotes Locos Salvatruchas, que recientemente fue diezmada tras un operativo policial en esa zona que se saldó con más de 100 pandilleros capturados.
Recientemente, El Diario de Hoy publicó un reportaje sobre esa colonia, en la que según fuentes policiales, los pandilleros se han adueñado de unas 500 casas por las que cobran, en promedio, 50 dólares mensuales como alquiler a quienes las habitan.
Las investigaciones que realiza la Fiscalía y la Policía también encontraron recientemente que varias casas fueron “vendidas” en 200 o 300 dólares.
Pero además de la usurpación de viviendas en Vista al Lago, esa pandilla mantiene un fuerte control sobre los comerciantes, negocios y empresas existentes en la zona de la colonia Santa Lucía, Valle Nuevo y sus alrededores, a quienes cobra diversas cantidades de dinero en concepto de extorsión o renta.
El negocio de la venta de drogas es también un rubro muy fuerte con el cual esa pandilla fortalece sus finanzas; para mantenerse en el negocio y hacerlo más lucrativo, las investigaciones policiales han determinado que varios pandilleros de ese sector han viajado hasta México y Guatemala, para comercializar drogas.
El control que esa pandilla ejerce en su territorio es tal que, según las investigaciones, vigilan permanentemente quiénes viajan en las rutas de buses y microbuses que llegan a la zona.
Así fue como aquel mediodía se enteraron que en un microbús iban cuatro jóvenes a quienes después de identificarlos como soldados, los golpearon, torturaron y llevaron hasta el lugar donde fueron asesinados y luego enterrados para borrar toda huella de la masacre.
Tres meses después, este periódico investigó y publicó un reportaje en que daba cuenta que los cuatro soldados habían desaparecido en la colonia Vista al Lago y que, posiblemente, allí habían sido asesinados y enterrados clandestinamente por pandilleros.
Los cuatro provenían de familias pobres; se habían enlistado en el Ejército para ayudar a sus familias.