Familia pide indagar muerte de agricultor mientras estaba bajo custodia policial

La víctima había sido capturada por supuesta tenencia ilegal de una escopeta y lo tenían en la bartolina de San Francisco Gotera. Murió 36 horas después por heridas de bala.

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??ngel Josué fue enterrado en el cementerio del cantón La Guacamaya, municipio de Meanguera. Foto EDH/ Lissette Lemus

Por Jorge Beltrán Luna

2019-07-21 4:00:01

En la tarde del lunes 15 de julio, la policía de San Francisco Gotera presentó ante periodistas a Ángel Josué Vigil Ramos, de quien dijo había sido capturado por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego. Le habían decomisado una escopeta.

En la cuenta de Twitter de la Policía Nacional Civil (PNC), fue difundida la misma información con la foto del capturado con evidentes golpes en el rostro. No se decía que fuera pandillero o que hubiese atacado con el arma a agentes policiales, al momento de ser arrestado, que fue a las 10:00 de la noche del domingo 14 de julio.

Pero Ángel Josué no llegó a estar frente a un juez por el delito del que le acusaba la Policía. Ayer fue enterrado en el cementerio del caserío El Jícaro, cantón La Guacamaya, de Meanguera, Morazán, tras ser herido de bala en el tórax y abdomen estando en manos de las autoridades.

Los asistentes al sepelio, muchos de ellos cojos, mancos o con otras lesiones producto de la guerra pasada, lamentaron tener que enterrar a uno de los suyos, muerto posiblemente por un abuso policial, que exigen investigar y castigar.

Decenas de personas acompañaron a la familia para despedir los restos mortales de Ángel. Foto EDH/ Lissette Lemus

Ángel Josué era un agricultor con 37 años de edad. Tenía algunos tatuajes pero no eran alusivos a pandillas. Se los hizo cuando vivió en los Estados Unidos, de donde fue deportado hace seis o siete años, según explicó su hermano, el doctor Rafael Ramos.

 

Ángel Josué tenía algunos tatuajes pero no eran alusivos a pandillas. Se los hizo cuando vivió en los Estados Unidos.

 

Sin embargo, los policías de Meanguera o de Osicala lo acosaban constantemente, a tal punto que desde que regresó de Estados Unidos lo arrestaron dos o tres veces por el delito de resistencia. Pero salía a los tres días porque solo era por molestarlo, refieren familiares.

Precisamente el actual gobierno recién ha iniciado una campaña publicitaria contra la discriminación por tener tatuajes artísticos o por vivir en comunidades con presencia de pandillas.

Se buscó la versión de la Policía, tanto del puesto de Osicala como de la delegación de San Francisco Gotera, pero no ofrecieron ninguna.

Ángel Josué fue capturado a las 10:00 de la noche del domingo 14 de julio, por policías del puesto de Osicala, en un lugar donde venden bebidas alcohólicas, en el caserío Hatos 1, siempre de la comunidad Segundo Montes, lugar en el que también estaban dos policías de civil porque andaban con licencia.

Al parecer hubo un altercado y se escucharon pocos disparos de arma de fuego, a tal punto que llegó una patrulla del puesto de Osicala, llevándose preso a Ángel Josué.

Herido en raras circunstancias

De acuerdo con familiares, del puesto policial de Osicala fue llevado a las 12:00 de la medianoche, es decir, dos horas después de su arresto, al hospital Nacional de San Francisco Gotera, del cual salió a las 8:00 a. m. del lunes 15 de julio. De allí lo llevaron a las bartolinas de la delegación de San Francisco Gotera.

Ese mismo día, Rafael cuenta que fue a dicha delegación pero no le permitieron verlo. Solo pudo dejarle agua y comida. Allí le informaron que su hermano estaba bien.

Por la tarde des ese día, el 15 de julio, la Policía presentó a Ángel ante los medios de comunicación.

Sin embargo, al siguiente día a las 8:00 a. m., cuando preguntaron por el detenido en la delegación, les dijeron que su situación había desmejorado y que se lo llevaron a Fosalud. Al preguntar en Fosalud, le dijeron que fue transferido al hospital San Juan de Dios de San Miguel porque ya casi no respondía y que tuvieron que entubar y ponerle ventilación mecánica.

Ángel Josué Vigil Ramos tenía 37 años y era agricultor. Fue baleado mientras estaba en manos de la Policía. Foto EDH / cortesía

Pero al consultar al hospital San Juan de Dios de San Miguel le dijeron que había muerto y que ya se lo habían llevado a Medicina Legal.

La familia solo pide que se investigue bien las circunstancias en que murió Ángel, pues hay muchas dudas sobre cómo es que de repente fue ingresado con dos heridas de arma de fuego en el tórax y abdomen, cuando un día antes la Policía lo había presentado ante periodistas.

La víctima era agricultor y no tenía vínculos con estructuras delincuenciales, dicen vecinos. De hecho, al sepelio de Ángel Josué asistieron centenares de vecinos de la comunidad Segundo Montes. En el trayecto al camposanto se fueron sumando grupos de personas que lo conocieron y apreciaron.

“A él le gustaba el trabajo, solo trabajando pasaba en (el cantón) La Joya. Le gustaba echarse los tragos pero cuando andaba así, él era alegre, le agarraba de bailar”, aseguró un anciano que asistió al entierro.

Una de las residente de la zona enciende una vela en memoria del fallecido. Foto EDH/ Lissette Lemus

 

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Familiares y amigos despidieron a Ángel Josué, quién murió mientras permanecía capturado por la policía

La policía capturó al agricultor Ángel Josué Vidal, de 37 años, por tenencia ilegal de una escopeta. Murió 36 horas después. Habitantes y familiares piden se esclarezca su muerte.