Luis de Jesús de la O Tobar, un miembro activo del partido de Nuevas Ideas, falsificó un título universitario para hacerse pasar como abogado y así obtener el cargo de jefe del Registro y Control Penitenciario, una dependencia de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), un cargo delicado, ya que desde ahí, se emiten los antecedentes penales de los salvadoreños, según lo confirmó la Fiscalía General de la República.
El Ministerio Público ordenó la detención de De la O, la cual se hizo efectiva el miércoles pasado en horas de la mañana, en la colonia Sierra Morena, del municipio de Soyapango.
Sin embargo, hasta hoy, el imputado no ha sido presentado a los medios de comunicación y se espera que hoy (viernes) sea acusado en los juzgados por el delito de uso de documentos falsos y ejercicio Ilegal de la profesión en perjuicio de la fe pública.
Las investigaciones de la Fiscalía iniciaron luego de la publicación de Revista Factum donde señalaban que el imputado fue contratado por la DGCP, en 2019, y para conseguirlo se hizo pasar como Licenciado en Ciencias Jurídicas, un requisito indispensable para acceder al cargo, según reza el manual de descripción de puesto de la DGCP.
Los fiscales del caso aseguran que De la O incorporó en su hoja de vida la copia de un título que lo acredita como abogado graduado de la Universidad de El Salvador, sin embargo, el documento no existe y tampoco en ningún registro de las diferentes universidades del país o institución de educación superior.
Los fiscales aseguran que De la O no reunía los requisitos que la ley exige para ocupar esa jefatura. Hasta esta fecha investigan si hubo otras personas que ayudaron al imputado para ingresar a trabajar como empleado de Centros Penales.
De la O fue un integrante muy activo en la pasada campaña presidencial de Nuevas Ideas, partido político del presidente Nayib Bukele.
Es más, en varias fotografías se le ve junto al ahora director general de Centros Penales y viceministro de Justicia y Seguridad, Osiris Luna Meza.
La investigación periodística que dió con el currículo adulterado comenzó en diciembre de 2019, cuando Revista Factum solicitó copia de los atestados (títulos y diplomas que respaldan un currículo) del empleado penitenciario, pero el jefe de recursos humanos de esa institución dijo que no podía entregarlos porque De la O “había renunciado”.
Sin embargo, De la O no solo siguió en la institución sino que fue el encargado de las tiendas penitenciarias, un puesto donde se manejaban hasta 14 millones de dólares, producto de las compras que realizan los reos en las 21 cárceles.
Según la investigación, el imputado infló su currículo con una lista de cursos y diplomados en los que realmente no participó. Nunca asistió, por ejemplo, al curso “Actualización en Derecho Procesal Administrativo”, impartido en la Universidad de El Salvador, en mayo de 2018.
La investigación corroboró que su nombre no aparece en la lista de las personas que recibieron el diploma de participación.