Retroceso económico tras más de cinco meses de paralización sin plan

Hoy se reabre la economía e inicia una nueva etapa. Este es un resumen de cómo están las finanzas del país, luego del estancamiento de varios sectores productivos.

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Cientos de negocios no lograron sobrevivir, debido a que sus ingresos se agotaron y tuvieron que cerrar y despedir empleados. Foto EDH/ Menly Cortez

Por Katlen Urquilla

2020-08-23 9:55:36

Después de más de cinco meses de la paralización de miles de negocios en el país, la economía ha quedado como un boxeador noqueado en el cuadrilatero, debido a los duros golpes por las medidas que el gobierno implementó durante el confinamiento y la falta de un plan claro.

Y si bien hoy se reabre la economía tras el letargo desde marzo e inicia una nueva etapa, las secuelas del estancamiento dejarán una caída de la economía de entre el 10% y 20% este año;un retroceso de 10 años en el empleo formal con la pérdida de más de 100,000 puestos de trabajo al final de 2020; un déficit fiscal cuatro veces mayor al de los últimos cinco años; una histórica deuda pública de más del 90%;un elevado gasto corriente y una fuerte caída en los ingresos estatales.

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Este es el panorama de los primeros seis meses del año que se plasma en el último informe de la ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada) sobre el estado de la economía con datos a junio, julio y agosto, además de las proyecciones hacia finales de 2020, basado en información del Banco Central de Reserva (BCR), del Ministerio de Hacienda, del Seguro Social, la Cepal, entre otras fuentes oficiales.

Waldo Jiménez, director de Asuntos Económicos y Sociales ANEP, explicó que en los meses de confinamiento por la pandemia la economía cayó 25%. Ante el cierre de negocios, los índices de movilidad de las personas, según Google, reflejaron una baja del 40% en la circulación de la población en las calles, lo cual se debió a las cuarentenas impuestas por el gobierno.

Ese encierro prolongado además implicó que cayeran las exportaciones; las importaciones; que hasta mayo se hayan perdido 80,228 empleos;que los ingresos por todos los tributos que cobra Hacienda tuvieran una caída del 11% a junio; y que el déficit fiscal a junio alcanzara los $3,561 millones.

Jiménez también detalló que en el caso de las importaciones totales del país tuvieron una caída del 26% en los primeros siete meses del año, siendo la maquila el sector más afectado con una baja del 43%.

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Según el informe, también las exportaciones totales a julio han bajado 26%, pues se pasó de vender $3,591 millones en julio de 2019 a $2,662 millones en el mismo mes de este año.

Es decir, estos datos son un recuento de daños de los meses más críticos de la pandemia de COVID-19 y de cómo las autoridades han manejado la crisis sometiendo a los salvadoreños a la improvisación de medidas de confinamiento y al cierre total de sus negocios sin llevar una ayuda efectiva y oportuna para miles de micro, pequeños y medianos empresarios; cientos de estos comercios perecieron antes de poder reabrir, otros volverán a abrir el telón con mucho esfuerzo debido a la crisis económica que queda.

De hecho, hoy se reactivan muchos sectores productivos que permanecieron estancados en estos más de cinco meses, pero lo hacen sin un plan definido por las autoridades, sino que con los protocolos que implementará la empresa privada formal desde cada sector.

ANEP ha dicho que las 15,000 empresas agremiadas se van a ceñir al protocolo sanitario para reabrir los negocios y a la vez evitar contagios en los establecimientos.

Una enfermera
toma la temperatura de un empleado en un centro comercial de Grupo Roble en San Salvador. Los
establecimientos han acondicionado espacios para seguir
protocolos sanitarios con los trabajadores y
con los visitantes y están listos para reabrir. Foto EDH/ Jessica Orellana

Caída de empleos, menos ingresos

De acuerdo a datos del Seguro Social citados en el informe de ANEP, en los sectores de comercio, restaurantes y hoteles; transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida es donde más despidos hubo, pues se perdieron 25,337 empleos, seguido del de industria manufacturera, explotación de minas y canteras y otras industriales con 21,266 puestos de trabajo menos.

De los meses en confinamiento, abril y mayo fueron en los que más cese de empleados hubo: 29,234 el primer mes y 34,788 el mes siguiente.

 

Y según las proyecciones que se plantean en el informe, el saldo de desempleados del sector privado formal al final de este año puede ser hasta de un 20%, es decir 138,320 personas que se quedarían sin trabajo (ver nota aparte).

La caída en el empleo formal no solo ha significado un golpe para las familias afectadas, también ha impactado en los ingresos estatales.

Hasta junio, la recaudación de IVA cayó 20% respecto al mismo mes de 2019. Ese mes se recolectó $974 millones cuando el año pasado habían sido $1,053 millones.

En mayo también ya había tenido una fuerte baja del 32% y en abril el 19%, comparado con los mismos meses del año pasado, según datos del BCR incluidos en el informe.

La recaudación de renta también cayó a la lona de forma estrepitosa en abril, mes en el que más fondos recibe Hacienda por este impuesto, pues pasó de recolectar casi $500 millones en abril 2019 a $306 millones en el mismo mes de este año.

La otra caída fue en mayo cuando solo recibió $95 millones, aunque en junio tuvo un alza y recolectó $153 millones. Este aumento ocurrió tras la reactivación de algunos sectores durante la llamada primera fase de reapertura, pero ante la falta de un plan quedaron sin efecto las demás fases que se habían contemplado inicialmente.

De acuerdo al informe de ANEP, la proyección a diciembre 2020 es que la recaudación de renta anual sea de $1,588 millones y que la reducción sea de $ 297 millones.

Debido a las bajas en ingresos que hubo, Hacienda ha proyectado que este año recaudará alrededor de $1,000 millones menos en impuestos, lo que sin duda impactará en la inversión pública.

El gasto es imparable

La entrada de menos fondos al Estado no ha detenido el alto gasto en el gobierno, ya que en el mismo período que han caído los ingresos, los gastos subieron 30%, según datos oficiales del Ejecutivo citados en el informe de ANEP.

Solo en entre marzo y junio, es decir los meses más duros de la pandemia, el Ejecutivo tuvo un gasto corriente de $2,593 millones. El mes que más fondos erogó fue abril cuando utilizó $854 millones. Para tener otra dimensión de la cantidad de fondos que ha usado el gobierno se puede comparar que a junio de 2019 había gastado $2,761 millones, pero al mismo mes de este año la erogación alcanzaba los $3,596 millones.

De los fondos gastados por el gobierno, $596.9 millones han sido usados bajo el argumento de combate al COVID-19, como la entrega del subsidio de $300, que implicó un gasto de $375 millones; $70 millones para el Hospital Cifco; y $18.5 millones para pruebas de coronavirus, entre otros gastos.

Con este panorama, no será fácil que la economía se levante, pues los duros golpes recibidos han dejado secuelas.