El dengue se suma a la amenaza de la pandemia

Médico advierte que síntomas de COVID-19 pueden confundirse con dengue. La circulación de ambos virus aumenta riesgo de muerte en la población salvadoreña que contrae la enfermedad.

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Pasaje en comunidad Escalante de Ilopango donde hay varios recipientes que acumulan agua. En Ilopango ha incrementado el índice larvario y los casos de dengue según la Comisión Municipal de Protección Civil. Foto EDH / David Martínez

Por Evelia Hernández

2020-08-04 10:10:40

Aunque hay una disminución en el reporte de casos de dengue de hasta un 61 % en comparación al mismo lapso de 2019, el riesgo de muerte por padecer dengue es permanente. Actualmente, el Ministerio de Salud tiene abierta una investigación por dos decesos vinculados a dengue, así consta en el boletín epidemiológico 30, que corresponde a la semana del 19 al 25 de julio. Se trata del informe más reciente del Ministerio de Salud publicado ayer.

“Al momento se tienen 2 defunciones en estudio por el Comité Nacional de Auditoría”, consta en el documento oficial.

Salud informó que hay un acumulado de 3,983 casos sospechosos de esa enfermedad, una diferencia de 6,327 casos menos que el año pasado, cuando hyubo 10,310 casos sospechosos y 11 muertes por dengue para el mismo período. De los 3,983 casos sospechosos registrados en lo que va del, 797 personas han sido hospitalizadas a causa de dengue.

El ministro de Salud, Francisco Alabí, declaró en conferencia de prensa, el pasado 5 de junio, que registraban 112 casos de dengue, sin embargo esa información no está incluida en el último boletín oficial sanitario.

Para el infectólogo Jorge Panameño, la disminución de casos se debe a que los datos de Vigilancia Sanitaria están centrado en la pandemia y probablemente muchos casos de dengue hayan sido diagnosticados como COVID-19.

“Probablemente muchos casos de dengue pueden haber sido confundidos con COVID leve y resultaron ser dengue”, dijo y basó su argumento en que en su clínica privada ha tratado a pacientes que en un inicio fueron diagnosticados con Covid pero al hacer las pruebas de laboratorio resultó que tenían dengue.

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Panameño explicó que esto se debe a la similitud de algunos síntomas como fiebre y dolor de cuerpo.

“El dengue no va a dar dolor de garganta ni tos, pero si dolor de cabeza y fiebres altas”, explicó el galeno.

Además detalló que no a todas las personas con síntomas de fiebre se les toma la prueba de dengue, por lo cual puede haber un subregistro de esa enfermedad endémica.

El zancudo Aedes aegypti es el transmisor del dengue, el zica y el chikungunya. Se distingue por las franjas blancas en las patas. Foto EDH / Archivo

Mayor control dengue

Ante la inconsistencia de los registros del boletín sanitario y las declaraciones del ministro de Salud, el especialista en enfermedades infecciosas advirtió que es de suma importancia que el Minsal no descuide la vigilancia epidemiológica de esta enfermedad, debido a que la circulación de dengue y COVID-19 aumentarían la mortalidad en el país.

“Tendríamos una sumatoria de factores de riesgo, porque puede darse la coinfección de ambos virus y, de hecho, con resultados catastrófico”, por lo cual es importante mantener las actividades de prevención contra el dengue. “De combinarse ambas infecciosas puede darse como resultado la alta letalidad de ambas enfermedades”, sentenció Panameño.

El dengue es una enfermedad endémica causada por la picada del zancudo y es una enfermedad que afecta a personas de todas las edades.

“De combinarse ambas infecciones, tendríamos una sumatoria de factores de riesgo, porque puede darse la coinfección de ambos virus y, de hecho, con resultados catastróficos”

Dr. Jorge Panameño, .

Entre los síntomas están: de fiebre leve a fiebre alta, acompañada de dolor intenso de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor en músculos y articulaciones y eritema.

La enfermedad puede progresar a formas graves, caracterizada principalmente por choque séptico, dificultad respiratoria y daño grave de órganos.

“El dengue es una enfermedad que mata, que está causando a nivel mundial serias complicaciones, puede llegar en su momento a generar un efecto en la sanidad y en la salud pública de un país bastante extremo y hay que comprender que la manera de controlar esta enfermedad es a través de un manejo articulado con la participación de los diferentes sectores de la población”, declaró en junio Alabí.

Hace un mes, Alabí confirmó en una entrevista en la radio 102.9 que el Sistema de Salud está enfocado en combatir la pandemia, lo cual generaba menos recurso humano, insumos y centros de salud para tratar otras enfermedades.

Panameño explicó que la falta de vigilancia del dengue por parte del Minsal no es solo un fenómeno que ocurre con el dengue, sino también con otras enfermedades que están siendo desatendidas.

Entre los principales problemas por falta de datos en el sistema de vigilancia está un registro inadecuadamente de las enfermedades endémicas y que los pacientes tengan un diagnóstico inapropiado. “Ahora que estamos en la temporada de lluvia debe haber una vigilancia activa sobre dengue”, advierte Panameño.

Falta de agua aumenta el riesgo de circulación del dengue

El infectólogo Iván Solano Leiva ha reiterado en múltiples declaraciones que la situación de acceso al agua potable es un factor que influye para que se incremente el índice larvario, ya que los criaderos de zancudos proliferan porque la gente guarda agua en depósitos. “Esta agua es fuente de criadero de zancudos; entonces, por lo tanto va incrementar el índice larvario y nos va poner mucho más vulnerables a los riesgos de mayor cantidad de casos de dengue”, advirtió a principios de año.

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En el país siempre se mantienen altos los índices larvarios, el promedio a nivel nacional es de 10, es decir que 10 de cada 100 casas tienen criaderos de zancudos. El promedio ideal para controlar el vector del zancudo y evitar brotes de dengue es de 4.

Los departamentos que mantienen mayor índice larvario son San Salvador, con 16 casas con criaderos de zancudos por cada 100. Seguido de Usulután que mantiene un índice larvario de 15. Mientras que la Unión, La Libertad y Chalatenango tiene un índice larvario de 13; Ahuachapán y La Paz 12; San Miguel, 11; y Cabañas y Cuscatlán, 10.

El 79 % de los criaderos de zancudos han sido encontrados depósitos útiles como cántaros, barriles, huacales y pilas.

Según el boletín sanitario, 79 de los 262 municipios carecen de índice larvario, pues sus unidades de salud no enviaron reportes.