Desorden en Salud puede ocasionar rebrote de otras enfermedades

El exministro de Salud, Eduardo Espinoza, infiere que la población no está consultando porque las unidades de Salud solo atienden pacientes con infecciones respiratorias. Advierte que de no ordenar el Sistema de Salud, habrá brotes epidémicos de enfermedades que estaban controladas como el dengue, sarampión y otras.

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Castillo había llegado a pasar consulta por problemas respiratorios.

Por Evelia Hernández

2020-07-17 9:20:49

El Salvador registra el descenso de casos en 11 enfermedades comunes, lo cual sería una buena noticia, de no ser porque el país, y en especial el sistema de salud, enfrenta una crisis y ha colapsado por los casos de Covid-19.

El más reciente boletín de epidemiología del Ministerio de Salud reporta la disminución de casos de dengue, chikunguña, zika, diarrea, gastroenteritis, fiebre tifoidea infecciones respiratorias, hepatitis aguda, Parotiditis Infecciosa, enfermedad Febril Eruptiva, paludismo confirmado, Infección respiratoria aguda y neumonías.

Los porcentajes de reducción, en comparación al año anterior en el mismo lapso, van desde menos 33 por ciento hasta menos 84 por ciento.

El exviceministro de Políticas de Salud, Eduardo Espinoza, tiene una lectura de la situación, que ocasiona la reducción.

“No es que hayan bajado (consultas por enfermedades) es que la gente no está llegando a los establecimientos (de salud) y es que en los establecimientos no los reciben porque ellos dicen solo vamos a recibir COVID. Pero la gente no sabe si tiene o no el virus”, analiza Espinoza, quien fue vicetitular del Ministerio de Salud, entre 2009 y 2019.

Los datos del boletín epidemiológico son aportados por 1,238 unidades notificadoras, la mayoría corresponden al primer nivel de atención (unidad de Salud), el cual no está funcionando para detección de estas enfermedades.

Espinoza señala como otro factor que influye en los resultados, la falta de transporte colectivo ya que eso impide a la población hacer una consulta oportuna en los establecimientos de sanidad.

La importancia del Boletín Epidemiológico, emitido por el Sistema de Vigilancia Sanitaria, es que permite reaccionar ante el brote de cualquier enfermedad de las que son monitoreadas, pero al estar enfocado en COVID-19, “ha disminuido la capacidad del sistema para detectar los casos (de enfermedades comunes) y notificarlos”, argumenta Espinoza.

El ex funcionario dice que el Sistema de Vigilancia Sanitaria que dejó en su gestión era robusto y exaltado ante organismos internacionales de salud, ya que tenía un Sistema Único de Información en Salud (SUIS), que era un sistema de vigilancia que recogía las notificaciones de 1,234 unidades establecimientos del Ministerio de Salud, e informaba “de qué se enfermaba la gente, que era lo que los estaba afectando y por eso el boletín tenía tanto prestigio y teníamos usuarios de todo el mundo”, dice Espinoza.

Para los médicos el boletín ha sido una herramienta para mejorar el trabajo de salud; la publicación semanal incluía un tema dedicado al personal de salud sobre el manejo de diferentes enfermedades y les servía de apoyo.

Espinoza opina que actualmente el Sistema de Vigilancia Sanitaria es manipulado para mantener la imagen del Gobierno, y explica que en su gestión “por ejemplo, si había un caso de rabia no le decíamos (al personal de vigilancia) no lo vaya publicar porque es contraproducente para la imagen”, y asegura que durante la gestión en la que participó no limitaron los datos de la situación de las enfermedades.

Del enero hasta el 4 de julio de este años se reportan 12,194 casos de neumonía

“De lo único que nos preocupamos era que los datos fueran confiables y se depuraba con epidemiólogos”, declara Espinoza.

En publicaciones anteriores, el infectólogo Iván Solano Leiva ha argumentado que los datos del boletín no coinciden porque entre las principales sintomatología por el nuevo coronavirus está síntomas de infecciones respiratorias y como consecuencia neumonías, y los datos del boletín los registra a la baja.

Los datos del Boletín Epidemiológico Semana 27 (del 28 de Junio al 04 de Julio 2020) reportan que los casos de neumonías están controlados y según el corredor endémico de la enfermedad está en zona de seguridad.

El corredor endémico es una medición del comportamiento de una enfermedad que afecta habitualmente la región, y según la cantidad de casos puede estar en zona segura, alerta o epidemia.

El año pasado, desde enero hasta el 4 de julio (semana epidemiológica 27), el reporte de casos de neumonía fue de 18,178; este año es de 12,194 casos, lo que significa una reducción de 5,984 casos, equivalente a una reducción del 33 por ciento.

En ese mismo lapso se registran 539 decesos por neumonía; el año pasado el reporte fue de 468 muertes.

Según el boletín, la letalidad de neumonías es de 13.3%, es decir de cada 100 personas que son ingresadas, 13 tienen riesgo de muerte.

A juicio de Espinoza, el Gobierno no es transparente con los datos, “la cantidad de muertes que hay no son compatibles con los datos que se están dando … Cualquier epidemiólogo le va decir que no confía en esos datos porque no son compatibles con lo que estamos viendo en la realidad”, opinó.

La falta de transparencia en los datos es un tema que ha restado credibilidad en el manejo de la pandemia por COVID-19.

“En una situación de pandemia como la que estamos enfrentando, el primer nivel de atención es el nivel fundamental para controlar la epidemia. Eso no está sucediendo acá, este Gobierno ha focalizado su respuesta en el nivel hospitalario y es una respuesta medicalizada, que desafortunadamente solo piensan en las camas de Cuidados Intensivos, en el incremento de la capacidad de los hospitales para atender pacientes y descuidan todo el nivel de atención y prevención”, analiza Espinoza.

Para el exfuncionario, en el primer nivel de atención están los programas que deberían enfrentarse a la pandemia y que permitieron en años anteriores controlar epidemias respiratorias.

“Es importante tomar en consideración que este Gobierno ha desmontado, ha desfinanciado y ha cambiado las funciones de muchas de las instancias que conforman el primer nivel de atención como Unidades Comunitarias de Salud Familiar, Hogares de Espera Materna, Oficinas Sanitarias Internacionales (OSI)”, denuncia Espinoza.

El exviceministro rememora cómo se ejecutó, en 2009, el combate y control de la epidemia de la gripe A H1N1, a través del primer nivel de atención; el cual fue responsable de detección y tratamiento oportuno de los casos; esto permitió que los casos graves de la influenza fueran atendidos a nivel hospitalario.

“En este caso eran neumonías e infecciones complicadas, todo ese tipo de cosas pudieran ser mejor atendidas en los hospitales porque como se controló la inmensa mayoría de casos en el primer nivel de atención. Ahorita el contagio masivo (de COVID-19) usted lo está viendo por todas partes, entonces eso hace que los casos graves sean más frecuentes y que saturan los hospitales”, manifiesta Espinoza.

Añade que es importante corregir y utilizar las herramientas que tiene el Sistema de Salud para que no siga paralizado ante la pandemia; de lo contrario habrá un brote de enfermedades desatendidas.

“La mortalidad materna e infantil se está elevando, estamos observando un incremento de la desnutrición, los programas de vacunación fueron suspendidos entonces los niños tienen un desorden total en su calendario de vacunación, eso va tener impacto. Vamos a tener brotes de enfermedades que estaban controladas y que eran prevenibles por vacunación como la difteria, tétano, tosferina; no sabemos si las eruptivas van a volver a surgir como el sarampión, rubéola, varicela”, advierte Espinoza.

El exfuncionario infiere que si el Ministerio de Salud hubiese aprovechado el tiempo de cuarentena, las medidas y el control de la pandemia fueran efectivas.

“Después de tres meses que se inició la cuarentena, el Sistema de Salud se hubiese preparado para el periodo de contagio masivo. Ese era el objetivo de la cuarentena, que el Sistema de Salud tuviera una ventana de oportunidad que le permitiera prepararse”, dice Espinoza.

Parte de las medidas a las que se refiere incluye instruir a las comunidades para que ubicaran a la población en riesgo, como las personas de la tercera edad, hipertensos, diabéticos, entre otras enfermedades crónicas, y que estos guardarán cuarentena estricta.

“Ahorita el Ministerio de Salud no sabe qué está pasando con todos los cardíacos, con los hipertensos, epilépticos, renales crónicos que no llegan a sus diálisis. Y seguramente vamos a tener muchas complicaciones de muchos de estos pacientes crónicos que algunos desafortunadamente ya han de estar muriendo en sus casas”, lamenta Espinoza.

 

La letalidad de neumonías es de 13.3%, es decir de cada 100 personas que son ingresadas, 13 tienen riesgo de muerte.

dengue

Según Espinoza, la situación del Sistema de Salud enfocado solo para atender la pandemia indica que no se planificó la atención de otras enfermedades.

“No se preparó para decir cómo vamos continuar atendiendo a los cardíacos, cómo vamos a seguir operando; debió diseñarse eso, aunque se bajará la frecuencia de las cirugías electivas, pero no se suspendiera y se dejará trabajando a un 75%. Designar quirófanos y personal específicamente para eso y capacitar al personal que hacía falta. Y preparar a todos el personal de primer nivel de atención para enfrentar la pandemia, líderes, comunidades e incluir el Foro Nacional de la Salud”, añade.

El exfuncionario estima que la administración actual en Salud desestimó “las herramienta valiosa que a nosotros nos ayudó a contener el dengue, chikunguña, zika y controlar H1N1. Desmantelaron el sistema de Protección Civil, dejaron de ocupar las alertas estratificadas que para nosotros fueron valiosas para controlar las epidemias, entonces la respuesta ha sido desordenada, no se hizo nada en todo el periodo de la cuarentena que fuera útil para contrarrestar la pandemia”, concluye Espinoza.

Actualmente el Índice Larvario es de 11 por ciento, esto significa que de cada 100 casas 11 tienen criaderos de zancudos; el cual es el vector que transmite el dengue, chik y zika.

El departamento de San Miguel es el que registra el mayor porcentaje con 19; sin embargo hay que señalar que el informe advierte que no hubo reporte de datos del departamento de San Salvador.

En cuanto al zika, ha existido un especial control en las embarazadas que padecen la enfermedad ya que puede ocasionar daños en el bebé.

El año pasado hasta inicios de julio, el reporte fue de 101 mujeres bajo vigilancia , el 84% de ellas tuvo un embarazo bajo vigilancia y 24 partos fueron verificados.

Este año, solo existen 8 pacientes reportadas, no hay datos de embarazos bajo vigilancia, ni de partos verificados, de acuerdo con los reportes de VIGEPES y reporte mensual embarazadas con sospecha de zika, publicado en el boletín epidemiológico de la Semana 27.