Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden ocasionar diferentes afecciones similares a las de un resfriado común, hasta enfermedades más graves como los conocidos MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) y SARS (síndrome respiratorio agudo severo).
Los coronavirus son zoonóticos, lo que significa que se transmiten entre animales y seres humanos.
Cuando se dice que existe un nuevo coronavirus es un nuevo agente que no ha sido identificado antes en una persona.
El nuevo virus conocido de esta familia fue detectado en diciembre de 2019 en Wuhan, ciudad situada en la provincia china de Hubei.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 31 de diciembre les comunicaron muchos casos de neumonía en esa localidad, y se trataba de un virus distinto a los conocidos.
Sin embargo, fue hasta el 7 de enero que las autoridades de China confirmaron que habían identificado un nuevo coronavirus, el cual se nombró 2019-nCoV.
La OMS especula la posibilidad de que el origen de este brote sea un mercado de pescados y mariscos ubicado en Wuhan.
Los síntomas del nuevo coronavirus incluye tos, dolor de garganta, fiebre alta, dolor de cabeza, problemas gástricos, diarrea, sensación de falta de aire y dificultades para respirar.
Según los expertos este es un agente de alta contagiosidad debido a que se transmite por contacto directo o vía aérea.
El virus se puede adquirir al tener contacto con animales infectados, con secreciones y objetos contaminados, o de persona a persona por vía aérea.
Por ello, la OMS declaró el jueves 30 de enero al brote de coronavirus, originado en China, como emergencia de salud pública de importancia internacional.
Según la OMS, el período de incubación, intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas, oscila entre 2 y 14 días; sin embargo, se identificará un dato específico a medida que se conozcan más datos. ?
Todavía no se sabe durante cuánto tiempo vive el virus sobre las ?superficies, la información preliminar apunta a que puede sobrevivir unas horas, de acuerdo con lo expuesto por la OMS. Además, añadió que “un simple desinfectante puede matar a los virus e impedir que sigan infectando”.
De acuerdo con la OMS, “las recomendaciones habituales para no propagar la infección son la buena higiene de manos y respiratoria (cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar) y la cocción completa de la carne y los huevos. Asimismo, se debe evitar el contacto estrecho con cualquier persona que presente signos de afección respiratoria, como tos o estornudos”.