LA UNIÓN. La bahía de La Unión ofrece en cada amanecer espectaculares celajes decorados con el vuelo de las aves, la energía de los pescadores que preparan las embarcaciones para iniciar sus faenas, la envolvente brisa marina y el rítmico sonido de las olas; todo envuelve los sentidos y esconde al enemigo del mar, las aves y los pescadores: basura acumulan en las playas.
Los municipios de La Unión y Conchagua están directamente conectados a la bahía y vierten las aguas grises domiciliarias al mar. Las tuberías van desde las casas al sistema de drenaje que finaliza en la bahía.
Cuando la marea baja y deja al descubierto el área frente a la playa, las aguas sucias se estancan y un olor fétido, provocado por las heces y orinas, inunda el ambiente.
Los municipios de La Unión y Conchagua están directamente conectados a la bahía y vierten las aguas grises domiciliarias al mar. Las tuberías van desde las casas al sistema de drenaje que finaliza en la bahía.
Ni en La Unión, ni en Conchagua hay una planta de tratamiento de aguas negras para tratar las aguas vertidas de las viviendas. Y ambas municipalidades han expuesto que no tienen la capacidad financiera para proyectos de saneamiento ambiental.
En La Unión solo el parque municipal de La Familia y la colonia Bellavista cuentan con plantas de tratamiento.
Pero las aguas sucias no es el único problema; la basura es otro de los grandes contaminantes de la zona.
Los desechos son tirados ahí por residentes de la zona o llevados por las corrientes de los ríos que desembocan en el mar.
En el caso de los unionenses, que viven a orillas de la bahía, la municipalidad ofrece el servicio de recolección de basura dos o tres veces en la semana; sin embargo, hay pobladores que tienen la costumbre de tirar los desechos al mar.
Empresarios nacionales y extranjeros que han visitado el lugar con el propósito de explorar las condiciones que ofrece el departamento de La Unión para invertir en turismo, hotelería o inversión extra portuaria han expresado que lo primero que vieron al visitar el embarcadero Los Coquitos y el muelle municipal fue basura y descargas de aguas sucias.
Un empresario guatemalteco, que solicitó el anonimato, dijo que analiza invertir, en sociedad con salvadoreños, en un hotel y restaurante, sin embargo lo desincentiva los problemas de contaminación porque eso espanta al turismo.