La modernización y la tecnología de punta en los laboratorios farmacéuticos permite producir medicamentos de calidad mundial.
Gobierno prefiere comprar afuera
Uno de los problemas que la industria farmacéutica tuvo en los últimos diez años, con los gobiernos del FMLN, es que el Ministerio de Salud y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) prefirieron comprar medicamentos a compañías extranjeras en vez del mercado local.
La presidenta de Inquifar no entiende por qué en los últimos diez años la política de los dos anteriores gobiernos fue priorizar la compra en el extranjero cuando ellos, como industria, hicieron inversiones importantes, han cumplido con las normativas que se les exigió, son una industria estratégica para el abastecimiento de medicamentos, son importantes dentro del acceso a la salud y los primeros de quienes se puede echar mano.
“Cuando el Gobierno va a comprar medicamentos, en la licitación del Ministerio de Salud el 64 % lo compra a un extranjero y el 33 % se lo compra al nacional”, aseguró.
En compras totales, los porcentajes indican que en 2018 el Minsal compró $30.5 millones, de los cuales $10.3 millones los compró a la industria nacional y $18.2 millones fueron productos extranjeros.
Igual sucedió con el ISSS. La autónoma adquirió $32.5 millones en medicamentos, de los que $18.2 millones fueron productos extranjeros y $12.4 millones los compró en el mercado local.
Carmen Estela Pérez aseguró que desde que se instaló la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM), la industria farmacéutica sufrió una reconversión importante en sus plantas instalando moderna tecnología; aun sí, el Ministerio de Salud prefirió comprar afuera y sin registro sanitario.
“El 2009 estábamos casi 50 a 50 en las compras gubernamentales y llegamos a un punto drástico en 2014 de un 20 %, pero estas son políticas y esperamos que este nuevo Gobierno no conserve estas malas prácticas que tuvo el Ministerio de Salud anterior de querer comprar medicamentos sin registro sanitario”, indicó.
Un registro sanitario, agregó, lo que busca es la calidad, la eficacia, la seguridad y calidad de los productos para resguardar la salud de la población.
De acuerdo con la presidenta de Inquifar, como rubro están esperando que esos errores del pasado se corrijan para que no se vulneren principios constitucionales, ya que al no pedir registros sanitarios se genera un trato desigual favoreciendo al extranjero en detrimento de las empresas nacionales.
Carmen Estela Pérez expresó que no es de ellos pedir tratos preferenciales ni privilegios, solo necesitan igualdad de condiciones y respeto a la institucionalidad.
Todas las políticas que en los últimos diez años se implementaron, indicó, fue lo que les llevó a mirar el mercado internacional, debido a que El Salvador no les garantizaba un retorno de la inversión.
“Los niveles de inversión que implica la industria farmacéutica para cumplir la normativa que se nos exige, El Salvador ya no es un mercado suficiente para un sano retorno de la inversión”, explicó.
Vijosa al frente de las exportaciones
El ranking de exportación de las empresas socias de Inquifar lo lidera Laboratorios Vijosa. Del 100 % de lo que se exportó en 2018, el 23 % le correspondió a esta compañía. Atrás de ellos está la Corporación Bonima, con el 11 %, les sigue Laboratorios Arsal y Laboratorios López, con un 5 %.
Entre esos y otros laboratorios, en 2018 cerraron con 6,026 empleos; aunque si las plantas trabajaran tres turnos, el número de personas laborando sería mayor. Este rubro es uno de los que mayor salario promedio tuvo el año pasado y cerró, a diciembre, con $798.26, lo que se atribuye a su especialización.