Alcaldía dio contrato a firma que Cepa descartó por incapacidad financiera

EyeTech y NEC participaron en dos licitaciones por el mismo proyecto de vigilancia, en 2017, habiendo ganado EyeTech Solutions, pero la licitación fue declarada desierta.

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La licitación otorgada a mediados de enero a la empresa mexicana consiste en el sistema de vídeovigilancia en el municipio de San Salvador. Foto EDH / Marvin Romero

Por Jorge Beltrán Luna

2020-02-12 5:45:41

$84 millones

Es el monto del contrato que la comuna de San Salvador ha adjudicado a una empresa mexicana llamada EyeTech Solutions, S.A. de C.V., para la ejecución del proyecto de seguridad en la ciudad capital conocido como Smart City.

En la licitación de servicios de vigilancia tecnológica para la capital salvadoreña solo participaron una empresa mexicana con menos de 10 años de existencia y la filial de una corporación japonesa, fundada en 1889. Ambas ya habían participado en dos procesos de licitación para el mismo proyecto, realizados en 2017, durante la gestión municipal de Nayib Bukele, ahora presidente de la República, con el mismo resultado.

EyeTech Solutions (ETS), la empresa a la que la alcaldía capitalina adjudicó el contrato por $84.8 millones el pasado 17 de enero, es una empresa nueva. Fue fundada en mayo de 2011 por Macaria Denisse Ortega Barrera y María Esther Sánchez Cerrilla, con un capital $9,433.

Poco tiempo después, de acuerdo con documentos del registro público de comercio, de México, el israelita Yaniv David Zangilevitch, se convirtió en el representante legal de ETS, una empresa que ha hecho negocios más que todo en México, vendiendo equipos de vigilancia, análisis de comunicaciones y forense celular a varias instituciones públicas de diferentes estados, entre las que se cuentan la Procuraduría General de Justicia. Diversos medios de comunicación mexicanos señalan esos equipos como “soluciones de espionaje”.

EMPRESAS OFERTANTES

EYE Tech solutions (ETS) fue fundada en México en 2011, y se autodefine como un integrador global de soluciones de protección y seguridad, elaborando y ejecutando proyectos complejos para clientes del sector gubernamental y privado. Aseguran que desarrollan proyectos a la medida y en conjunto con el cliente. Los proyectos incluyen metodología, capacitación y tecnología de vanguardia para dar soluciones a los desafíos que enfrentan las fuerzas de seguridad. Desarrollan sistemas enfocados en seguridad nacional, seguridad pública , cibernética, para centros penitenciarios, servicios periciales y ciencias forenses.

En 2018, esa misma empresa fue descartada del proceso de evaluación para continuar participando en la licitación “Modernización e Integración de los Sistemas de Seguridad Electrónica, para el Nuevo Centro de Operaciones de Seguridad (COS) y para la Terminal de Pasajeros del Aeropuerto Internacional de El Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez”, de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) no tenía la capacidad financiera para ofertar en una licitación cuyo presupuesto era de $1.6 millones.

“Al no cumplir con la capacidad financiera, no procede continúe siendo evaluada Eyetech Solutions S.A. de C.V.”, concluyó la comisión evaluadora de ofertas de la autónoma, según un documento colgado en el sitio gubernamental www.transparencia.gob.sv.

El monto para el que ofertó hace menos de dos años, es cincuenta veces inferior al del contrato millonario que le adjudicó la Alcaldía capitalina.

El representante legal de ETS, Yaniv David Zangilevitch, es un ex militar israelita con experiencia en el servicio diplomático de su país. Desde el 2006 fue separado del cuerpo diplomático, según documentos oficiales.
La sucursal de ETS en El Salvador tiene registrado como local, el mismo apartamento donde funciona el despacho del abogado Adolfo Rodrigo Cañas Alemán, representante legal de la empresa del israelita Zangilevitch.

Ayer, el alcalde Ernesto Muyshondt, en su cuenta de Twitter tildó de “medias mentiras y verdades totales” el reportaje publicado ayer sobre la adjudicación del contrato EyeTech Solutions; además tildó a los periodistas responsables de la publicación de “ser activistas”. Lo que no dijo el alcalde es que El Diario de Hoy lo abordó para conocer su versión sobre el tema y que dijo que no hablaría de temas de los que este periódico “tiene una agenda tendenciosa y perjudicial” en su contra.

NEC de Colombiaes una empresa, de capital japonés, fundada en 1999 se describe como una “subsidiaria de NEC Corporation (fundada en Japón en 1899), uno de los innovadores, fabricantes y proveedores de tecnología más grandes y con mayor experiencia mundial”. Asegura que tiene presencia en Colombia comprende: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Belice y Honduras; países en los cuales ha sido responsable del análisis, planeación, diseño, implementación, control y puesta en marcha de varios proyectos de telecomunicaciones para los principales operadores públicos y privados.

¿Quién es el gigante japonés?

NEC Colombia, la otra empresa que licitó en este proyecto de la comuna capitalina, es una filial de la multinacional NEC Corporation, fundada en febrero de 1889 por cuatro japoneses: Atsushi Fukushima, Jiro Okuda, Masao Murashima y Yuichi Shimojo, y que ahora es uno de los pioneros en la fabricación de tecnología biométrica.
En su sitio web se describe como una corporación con amplia experiencia con presencia en 169 países en los que ha instalado 750 sistemas biométricos.

En Suramérica y Centroamérica, NEC Corporation asegura haber proveído diversidad de equipos electrónicos de alta tecnología, pues dice tener presencia en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Belice y Honduras, según el sitio co.nec.com/es.

Tanto NEC Colombia como ETS, la empresa mexicana, instalaron sucursales en El Salvador en abril de 2017, para participar en la licitación Adquisición y operación de sistema automatizado integral de monitoreo, vídeo vigilancia, data center y C4 para el municipio de San Salvador, que la ganó ETS pero que fue declarada desierta.

En El Salvador, el capital registrado es de $12,000 cada una.