Hay de todos los partidos y con todos los vínculos con el crimen que se pueda pensar. Son alcaldes salvadoreños de diversos municipios en los cuatro puntos cardinales y con toda suerte de acusaciones en su contra: por narcotraficantes, por contrabandistas, “coyotes”, por agrupaciones ilícitas o por apoyar a pandillas, y también por ser parte de maquinarias de lavado de dinero.
Desde que en febrero de 2002 estuvo en la cárcel por tráfico de personas, Narciso Ramírez o “Chicho” para sus seguidores, se convirtió en un icono de los alcaldes que pasan de un partido y cómo son procesados por diversos delitos. En 2006, Chicho, el traficante de personas, ganó la silla edilicia del municipio de San Francisco Menéndez por el PDC, que lo expulsó, luego pasó a integrar ARENA; por hoy ha recalado en el partido GANA. El año pasado, Chicho Ramírez fue procesado por depredación de bosque, ya que fue acusado de haber avalado en 2015 la tala de 40 manzanas de bosque protegido en la zona de Cara Sucia, Ahuachapán. Fue absuelto en abril de 2018.
En tanto en febrero de 2018, el exalcalde de Apopa, José Elías Hernández, fue condenado a 12 años de cárcel por agrupaciones ilícitas. De acuerdo con el juez, a Hernández se le comprobó que desde su cargo facilitó a la pandilla 18 plazas, combustible, reparación de vehículos, líneas telefónicas y dinero. “Esos actos de corrupción están probados”, dijo el juez. En cuanto al delito por el cual fue absuelto, el de homicidio agravado de un pandillero, la declaración de testigo “Ninja” fue escueta como para establecer que era culpable. Aquí algunos alcaldes condenados por violar la ley y otros que están siendo procesados.