LA UNIÓN. La venta de mangos, mandarinas, limones, naranjas, anonas, papayas, nances, pipianes, flor de Izote, frijol y maíz es la principal fuente de ingresos económicos para unas mil familias de las comunidades de Finquita, Cuadras, El Faro, Yologual, El Farito y Conchagüita ubicadas en las faldas del volcán de Conchagua.
Por décadas los hombres y mujeres se dedican al cultivo de frutas, hortalizas y granos básicos que luego son comercializados por mayor y al menudeo en los mercados de La Unión y Santa Rosa de Lima.
De acuerdo con los lugareños, la mayoría de las familias son de escasos recursos económicos; son pocos los que tienen un trabajo fijo en la empresa privada, mientras que otros reciben algún pequeño ingreso de remesas de los parientes residentes en el exterior.
Aseguran que las condiciones del clima en la parte alta del volcán les favorecen para contar con una variedad de cultivos; aunque lamentan que no cuentan con una asistencia técnica de las instituciones del Estado para mejorar sus cosechas.
En el caso del maíz y el frijol, una parte es para el consumo y otra la sacan a la venta.
Las 100 unidades de mandarina entre tamaño pequeña y grande las venden a 3 dólares.
Adrián Cruz, residente en el caserío Finquita, manifestó que con el cultivo de maíz y frijoles logra tener los pocos ingresos para sostener a su familia: “Aquí si no tenemos buenas cosechas tampoco habrá comida en nuestras mesas para alimentar a los hijos y nietos”, agrega.