Hot Dog El Once, sabor y toque futbolero en honor al “Mágico” González

Estos emprendedores mezclaron la creatividad en la cocina con la admiración hacia el mejor futbolista que ha visto El Salvador, “Mágico” González

Hot Dog El Once lleva en su nombre y en su espíritu emprendedor la esencia de Jorge “El Mágico” González, quien portó con orgullo el número 11 en el Mundial de España 82 y en el Cádiz, y es considerado como el mejor futbolista de la historia del país. 

Incluso el nombre de su hot dog estrella hace referencia a una de sus jugadas más recordadas: la culebrita macheteada. Los colores azul y blanco de la marca refuerzan ese orgullo nacional. “Este es un hot dog 100% salvadoreño”, recalca su fundador, Álvaro Guerrero.

“Queríamos hacer algo que tuviera identidad, algo nuestro. Y no hay figura más nuestra que el Mágico. No podíamos usar directamente su nombre, pero el número 11 lo dice todo”, cuenta Álvaro, quien junto a su esposa decidió emprender tras años dedicados a la venta de quesos, buscando una forma digna y creativa de llevar el sustento a casa.

Pero más allá de la necesidad económica, había un principio claro desde el inicio: ser diferentes. “Todos querían imitar lo mismo de siempre. Nosotros no queríamos eso. Queríamos hacer algo realmente innovador”, afirma.

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Sabor, identidad y perseverancia

La propuesta fue clara desde el principio: un hot dog distinto, con sello salvadoreño. En lugar de la clásica salchicha “pelona”, como ellos la llaman, optaron por envolverla en tocino y acompañarla con ingredientes poco convencionales: cebolla morada en julianas, chimichurri, y una salsa especial que se ha convertido en su firma: la “mayoclipotle”. “Es una salsa a base de chile chipotle, pero le quitamos el picante. Tiene ese saborcito ahumado que la hace única”, explicó.

El primer día de ventas fue el 12 de octubre de 2021. “Vendimos 12 hot dogs ese día. Yo llegué feliz a la casa porque pensé que no íbamos a vender nada”, cuenta. Desde entonces, el crecimiento ha sido constante, basado en un modelo de negocio en el que el cliente elige cómo quiere su hot dog, preparado al momento.

El camino no fue fácil. Uno de los mayores retos fue lograr que el tocino se adhiriera bien a la salchicha al freírla. “Nos costó un par de fines de semana de pruebas. El tocino se despegaba, pero encontramos la forma y hasta el color agarran igual al freírlos”, recuerda entre risas.

“El cliente nos dice: ‘uno con chile y sin cebolla’ o ‘deme uno sin nada’. Se lo cocinamos como quiera. Ese ha sido nuestro éxito”, comenta el fundador, quien se define como comerciante innato. “Desde bicho vendía cosas. Siempre he tenido ese espíritu”.

Hoy cuentan con tres sucursales: en colonia Miramonte, en el redondel Salvador del Mundo, y sobre la Avenida Bernal. Además, se han enfocado en visitas empresariales, una estrategia que les ha permitido reducir costos y aumentar la rentabilidad. “Decidimos ya no abrir más locales por ahora. Mejor trabajamos en eventos y empresas. Podemos atender hasta tres por día, pero siempre con mínimo 200 hot dogs por evento”.

A pesar de no contar con financiamiento bancario en sus inicios, el crecimiento ha sido sostenible. “Todo ha sido con capital propio. Solo hasta hace poco logramos financiamiento para comprar vehículos y equipo”, afirma. Uno de sus mayores logros fue ganar un fondo no reembolsable de CONAMYPE para adquirir equipo industrial. “Antes teníamos cuatro personas pelando cebolla todo el día. Ahora vamos a poder producir más rápido y con mejor calidad”, asegura.

Detrás de Hot Dog El Once hay más que un carrito de “street food”. Hay una historia de perseverancia, ingenio y homenaje a lo mejor de la identidad salvadoreña. Como dice Álvaro Guerrero, es un concepto completo, un tributo al Mágico, a la bandera, y a la gente que se levanta a trabajar con orgullo cada día.

El crecimiento de Hot Dog El Once

En la actualidad, Hot Dog El Once ha logrado generar empleo directo para 19 personas, lo que representa igual número de familias que dependen económicamente del negocio. Este compromiso social nació desde el primer día: uno de los pilares fundacionales era tener un equipo conformado en su totalidad por mujeres.

“Queríamos hacer todo lo contrario a lo que se ve normalmente en el rubro de los hot dogs. En la calle, todos los carritos están atendidos por hombres. Al investigar por qué, descubrimos que muchos dueños no contratan mujeres porque 'piden muchos permisos', por los hijos, por el colegio. Y eso nos pareció una gran injusticia”, comparte Álvaro.

Por eso decidieron romper con esa lógica y ofrecer oportunidades principalmente a mujeres. Aunque con el tiempo, y debido al crecimiento del negocio y a la logística de eventos, se incorporaron también cuatro hombres, encargados de tareas como cargar y montar equipos. Sin embargo, la mayoría del personal sigue siendo femenino: 15 mujeres y 4 hombres.

Uno de los grandes retos ha sido el económico. Cada nuevo punto de venta representa una inversión cercana a los $10,000. Esto implica aumentar personal, producción, inventario y herramientas de trabajo, como refrigeración para almacenamiento. A pesar de este desafío, el equipo fundador ha mantenido una estricta disciplina financiera.

“Aunque las ventas han sido generosas, como familia hemos tenido muchas limitaciones. No hemos tocado el dinero del negocio para lujos ni viajes. Todo ha sido reinvertido. Gracias a eso, podemos decir que somos solventes. Siempre hemos pagado a tiempo, incluso ofrecemos a nuestro personal un salario por encima del promedio del rubro, con horarios respetados, prestaciones adicionales, horas extras bien pagadas y alimentación según el turno de trabajo.”

Esto ha generado una rotación de personal bajísima, estimada en apenas un 2%.

El poder de TikTok y el homenaje al Mágico

En cuanto a promoción, las redes sociales han sido fundamentales para el posicionamiento del negocio, siendo TikTok la más influyente tanto en visibilidad como en ventas. Fue esta plataforma la que permitió que la marca se volviera viral gracias a los videos orgánicos de los propios clientes y la visita de influencers locales como el Tío Frank, Alfredo Larín, la Tenchis y hasta Cocolito.

“Muchos piensan que el Mágico es el dueño, porque se toma muchas fotos con nosotros, pero no. El negocio se llama El Once como homenaje a él. De hecho, cuando se enteró, nos buscó para darnos su bendición. Desde entonces, cada diciembre nos contrata para la fiesta de cumpleaños de su hijo, Chuz González”, agregó.

Este vínculo ha sido motivo de orgullo para la marca, que además de comercial, también ha tenido una dimensión simbólica y emocional para muchos salvadoreños.

Consejos para nuevos emprendedores

Álvaro Guerrero tiene claro que el éxito no es casualidad. Entre sus recomendaciones para quien desee emprender, destaca dos cosas:

• Investigar el mercado: no importa el nivel educativo, lo importante es observar a la competencia, ver qué hace bien y qué no, y pensar cómo mejorar eso.
  
• Orden financiero: vender mucho no significa tener dinero disponible para gastar. Cada dólar debe ser reinvertido estratégicamente. “Aunque sea en un cuaderno, lleve sus cuentas. Yo así descubrí mis días fuertes y débiles”.