Carlos Cruz, el salvadoreño que pasó de lavaplatos a empresario en Estados Unidos
Sin estudios ni experiencia en el país norteamericano, Carlos Cruz empezó lavando platos en un restaurante y hoy es dueño de tres negocios prósperos en Baltimore. Conocé su historia
Por
Leidy Puente
Publicado el 03 de octubre de 2025
Carlos Cruz salió de El Salvador en 1979 con pocos recursos, pero con la esperanza de un futuro mejor. Su primer empleo fue como lavaplatos en Estados Unidos, experiencia que despertó su pasión por la cocina. Tras años de esfuerzo, hoy dirige tres restaurantes en Baltimore: Carlos O’Charlies, Bayside Cantina y Chilango’s, reconocidos por su ambiente latino y su menú Tex-Mex. Cruz también ha cocinado para los Orioles de Baltimore, siendo homenajeado en 2023 al lanzar la primera bola en un partido. Su historia inspira a migrantes salvadoreños, recordando que respeto, trabajo y perseverancia abren caminos.
Con una maleta llena de sueños y mucha incertidumbre, Carlos Cruz salió de El Salvador en 1979, justo cuando la guerra civil empezaba a encenderse. No tenía estudios ni dinero, pero sí la convicción de encontrar un futuro distinto. Su primer empleo fue como lavaplatos en un restaurante de Estados Unidos, un trabajo que le abriría la puerta a un camino inesperado: el de la gastronomía.
Hoy, varias décadas después, es dueño de tres restaurantes en Baltimore y su historia, relatada por el medio internacional CBS News Baltimore, se ha convertido en un ejemplo de perseverancia y superación para miles de migrantes.
Al recordar aquellos inicios, Cruz reconoció que se sintió perdido al llegar. “Cuando salí de mi país, era joven, no tenía educación”, contó al medio estadounidense.
Sin embargo, ese trabajo en la cocina lo marcó. “Mi primer empleo fue lavando platos, y pensé: esto me gusta”. Esa chispa se convirtió en su motor para aprender, observar y soñar con algo más grande.
En los años siguientes, Puerto Rico se convirtió en su primera escuela empresarial. Vivió allí durante siete años y abrió Casa Maria’s, su primer restaurante. El proyecto avanzaba, pero en 1989 el huracán Hugo devastó la isla y con él se desplomaron sus ilusiones.
“Nunca había pasado por algo así, me deprimí y decidí regresar a Estados Unidos”, recordó en la entrevista. Aunque doloroso, aquel episodio lo obligó a empezar de nuevo y a fortalecer su carácter.
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Baltimore, el lugar donde floreció su talento
De regreso en territorio norteamericano, Carlos eligió Baltimore como su nueva base. No fue fácil, pero en 2006 logró abrir Carlos O’Charlies en el vecindario de Highlandtown. Ese fue solo el comienzo. Con el tiempo, llegaron Bayside Cantina, en Canton, y Chilango’s, en Fells Point.
Estos dos últimos locales ofrecen vistas privilegiadas al Inner Harbor y al río Patapsco, puntos emblemáticos de la ciudad. Pero lo que más atrae a los clientes es su menú, mariscos frescos, platillos Tex-Mex y un ambiente donde se siente el espíritu latino.
La aceptación no tardó en llegar. Incluso visitantes de Texas, cuna de esta cocina, han elogiado sus propuestas. “El Tex-Mex es muy grande en Texas, y esto está a la altura”, aseguró una clienta a CBS News Baltimore.
El nombre de Cruz también se asocia con uno de los equipos más queridos de la ciudad: los Orioles de Baltimore. Durante varios años, fue el encargado de preparar la comida para jugadores y personal del club de Grandes Ligas. Para él, esa experiencia fue una confirmación de que la cocina se había convertido en su verdadero camino.
“Cocinar lo es todo para mí, porque es lo único que aprendí a hacer”, confesó a CBS.
En 2023, recibió una invitación especial: lanzar la primera bola en un partido de los Orioles. No se trataba solo de un reconocimiento personal, sino de un símbolo de orgullo para la comunidad latina. “Para mí lo más importante fue estar ahí como latino. Eso significa mucho”, dijo emocionado.
Su mayor inspiración
Pese a todos los logros, Cruz insiste en que nada habría sido posible sin el apoyo de su esposa e hijos, quienes lo han acompañado en cada paso. Su familia ha sido su sostén y su motivación para seguir adelante, incluso en los momentos de mayor dificultad.
También recuerda constantemente los valores que aprendió de su padre en El Salvador. “Me dijo: no robés, no mintás y no ofendás a nadie. Respetá a las personas y vas a llegar lejos”, compartió con CBS News Baltimore.
Esa enseñanza simple, pero poderosa, es la receta que lo ha guiado desde los días en que fregaba platos hasta ahora, cuando lidera tres restaurantes exitosos.
De esta manera, la historia de Carlos refleja lo que viven miles de salvadoreños migrantes: comenzar desde abajo, aceptar trabajos que otros rechazan y no perder de vista la meta. Pasó de un lavatrastos a dirigir un pequeño emporio gastronómico en Baltimore, demostrando que el esfuerzo y la constancia pueden transformar la vida.
Sus restaurantes no solo son negocios, sino también puntos de encuentro para la comunidad latina y espacios donde la cultura salvadoreña late a través de los sabores, la música y la hospitalidad. Cada platillo servido lleva implícita la herencia de un país que, aunque distante, sigue presente en su identidad.
Hoy, Baltimore lo reconoce como un empresario exitoso, pero para él lo más importante sigue siendo mantenerse fiel a sus raíces. Con orgullo salvadoreño, Carlos Cruz recuerda que su camino comenzó desde abajo y que fue la perseverancia la que lo llevó a convertirse en un referente de la gastronomía local.
“Lo que aprendí de niño en El Salvador lo sigo practicando: respeto, trabajo y humildad. Eso es lo que me ha traído hasta aquí”, concluyó en la entrevista con CBS.