Centroamérica muestra estabilidad económica, pero necesita innovar para crecer más rápido

Centroamérica, y en particular El Salvador, atraviesa un momento de estabilidad económica que podría ser la base para un crecimiento sostenido si se logra avanzar en reformas estructurales y en la diversificación productiva. Esta fue una de las principales conclusiones compartidas durante una reciente ponencia organizada por COEXPORT), la Corporación de Exportadores de El Salvador.

Según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la región crecerá un 2.6% en 2025 y hasta un 3.4% en 2026, con El Salvador alcanzando un 2.7%, gracias a la solidez cambiaria, la disciplina fiscal y el respaldo de las remesas y el turismo.

Remesas y turismo: los pilares de la estabilidad

Uno de los motores que ha sostenido la economía salvadoreña es el flujo constante de remesas, que ha permitido mantener el consumo interno y apoyar a miles de hogares. A esto se suma la recuperación del sector turismo, que no solo genera divisas, sino también impulsa el empleo a través de micro y pequeñas empresas. En países como Guatemala, el turismo ya es la segunda fuente de ingreso de divisas, superado solo por las exportaciones de commodities.

Oportunidades en exportaciones y manufactura ligera

Aunque Costa Rica ha logrado sofisticar su oferta exportable con dispositivos médicos y componentes tecnológicos, países como El Salvador y Guatemala tienen la posibilidad de seguir un camino similar, comenzando con productos menos complejos como jeringas, catéteres o insumos de plástico y caucho. La clave está en desarrollar un ecosistema de innovación, certificaciones, laboratorios y formación técnica, con apoyo del sector privado y la cooperación internacional.

Según expertos regionales, la industria de manufactura ligera, como el sector textil y de confección, sigue siendo una apuesta valiosa para generar empleo y exportaciones. Sin embargo, requiere de respaldo político y de una visión que reconozca su importancia estratégica.

Logística y retos estructurales

Uno de los principales cuellos de botella para diversificar mercados, especialmente hacia Europa, es la logística. Las exportaciones centroamericanas dependen de puertos con servicios limitados, que encarecen el acceso a nuevos destinos. Iniciativas como la ampliación de Puerto Quetzal en Guatemala son pasos en la dirección correcta, pero la región necesita mayor inversión en infraestructura portuaria, especialmente en el Caribe.

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Hacia una economía más sofisticada y productiva

El verdadero desafío de la región es transformar su matriz productiva. Esto implica atraer inversión en sectores de mayor valor agregado, tecnificar la mano de obra y fomentar la innovación. Para ello, es urgente reducir la tramitología, agilizar las normativas para exportadores y mejorar la coordinación regional.

En conclusión, Centroamérica tiene hoy condiciones macroeconómicas más estables que en años anteriores. El Salvador, con su modelo de dolarización y su creciente atractivo turístico, está bien posicionado. Pero el crecimiento sostenido dependerá de si se logra avanzar en productividad, inversión y sofisticación industrial. El momento de actuar es ahora.